Hacienda ha dado un nuevo paso en el control de los pagos electrónicos. A partir de 2026, los bancos, las entidades de pago y las de dinero electrónico deberán informar a la Agencia Tributaria de todos los cobros con tarjeta realizados por autónomos y empresas, sin importar el importe. Esto supone que desaparece el actual tope de 3.000 euros.
La Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) así lo ha explicado a través de su página web en la que aclara que la supresión de este límite se incorpora “con el fin de evitar la pérdida de información relevante”.
A este cambio además se sumará otra modificación importante, que tendrá que ver con la periodicidad con la que los bancos remitan la información de estos movimientos a Hacienda. La misma pasará de enviarse una vez al año a remitirse mensualmente, lo que, en palabras de la Administración, permitirá disponer de datos “más actuales y útiles para el desarrollo de sus funciones”. Con ello, Hacienda busca mejorar la trazabilidad de los ingresos y reforzar la lucha contra el fraude.
Novedades para autónomos y empresas
Los primeros datos mensuales comenzarán a recibirse en febrero de 2026, correspondientes al ejercicio de enero, momento en el que el nuevo sistema informativo entrará plenamente en funcionamiento.
Estos cambios en la información supondrán que para quienes desarrollan una actividad económica la información que se remitirá al fisco aumenta considerablemente. Y es que todos los cobros realizados mediante tarjeta, tanto físicas como virtuales, y con funciones de débito, crédito o dinero electrónico, pasarán a comunicarse de forma mensual. Lo mismo ocurrirá con los sistemas de cobro mediante teléfono móvil, como Bizum, siempre que tengan carácter profesional.
Además, se amplía quiénes van a tener la obligación de informar de estos movimientos, ya no solo entran los bancos tradicionales, sino que también quedan incluidas las entidades de pago y las entidades de dinero electrónico, incluso cuando operan desde otros países sin establecimiento permanente en España. Según Hacienda, la reforma pretende adecuarse a la “realidad operativa de los nuevos medios de pago y los nuevos agentes financieros”, que se han extendido con rapidez en los últimos años.
Los particulares también se verán afectados
Aunque los principales afectados en estos cambios serán las empresas y autónomos, Hacienda aclara que los particulares también notarán cambios, aunque de forma más limitada.
Las entidades también tendrán que remitir a la Agencia Tributaria información sobre los movimientos de sus tarjetas, pero en este caso sí de forma anual. De este modo, a partir de 2026 las entidades enviarán a Hacienda un listado sobre los movimientos de sus tarjetas, incluyendo abonos, cargos, retiradas de efectivo, recargas y gastos.
Esta obligación solo se aplicará cuando el volumen total supere los 25.000 euros al año, con el fin de concentrar el control en las tarjetas con mayor nivel de actividad, y será remitida por primera vez con todos los movimientos de 2026, es decir, en enero de 2027.
En cuanto a Bizum, Hacienda aclara de forma explícita que las operaciones entre particulares no se comunicarán, lo que garantiza que los movimientos personales entre ciudadanos queden fuera del ámbito de supervisión.