El acceso al mercado laboral para los jóvenes titulados en España atraviesa uno de sus peores momentos de las últimas décadas. Profesiones que, tradicionalmente, han sido sinónimo de estabilidad, como la abogacía, se enfrentan hoy a salarios bajos, contratos temporales y prácticas no remuneradas para la mayoría de los recién licenciados. Unas condiciones a las que se suman el encarecimiento del coste de la vida, especialmente en las grandes ciudades, donde los precios de la vivienda han registrado grandes incrementos en los últimos años.
En este contexto, cada vez son más los jóvenes que buscan alternativas fuera del empleo tradicional, recurriendo al emprendimiento como vía para no caer en un mercado laboral cada vez más exigente y competitivo. Es el caso de Alejandro Martín, un joven abogado autónomo de 29 años, natural de Almería, que explica en una entrevista para NoticiasTrabajo las dificultades para acceder a un empleo digno hoy en día.
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Cuánto cobraba en su primer trabajo
“Cuando sales de la universidad, es bastante decepcionante”, confiesa el joven que ha vivido desde su propia experiencia ofertas laborales pésimas. “En varios despachos de Málaga me ofrecían jornadas de 8 horas por 300 o 400 euros al mes”, lamenta, haciendo hincapié en la dificultad que se sumaba a la hora de alquilar una vivienda en una de las zonas más tensionadas de España.
“Teniendo unos alquileres de unos 300 y pico euros”, añade. Una cifra que, sumada a los gastos de alimentación y transporte, hace inviable la independencia económica. “No puedes vivir, no puedes vestirte, no puedes tener nada”, destaca.
Por qué decidió hacerse autónomo
Por ello, Alejandro tuvo que volver al punto de partida. “Tuve que tomar la decisión de volverme a Almería”, señala, explicando que fue en su ciudad donde encontró su primer trabajo en el que estuvo 8 meses por cuenta ajena antes de hacerse autónomo. A partir de ese momento, tal y como asegura, supo que no se podía quedar estancado y decidió arriesgarse “echando horas, siendo autónomo, siendo mi propio jefe y poniéndome yo mismo el precio”.
Ahora, ya asentado laboralmente con su propio despacho, y a punto de tener su casa en propiedad, asegura que él no es ninguna excepción, “si lo consigo yo, puede conseguirlo cualquiera”.
Sin embargo, Alejandro advierte del creciente encarecimiento de la vida, “los precios de la vivienda, alimentación, suministros o gasolina se han multiplicado exponencialmente”, apunta como una de las principales preocupaciones de la sociedad. “Eso no se va a reducir a corto plazo, todo lo contrario. Siempre va a estar al alza”, señala.
Por ello, ante esta realidad, recomienda a los jóvenes que apuesten por emprender su propio proyecto, a pesar de los riesgos. “Nunca van a tener un límite de capacidad de beneficio y no tienen que estar asfixiados”, asegura el joven abogado.