En enero 2026, la Seguridad Social de los Estados Unidos cambiará y afectará al importe de las pensiones, concretamente a la edad plena de jubilación para cobrar el 100% de la pensión, así como a los requisitos para generar créditos laborales. Estos ajustes llegan, tras los últimos Índices de Precios al Consumidor (IPC), que permitió a la Administración del Seguro Social (SSA) cerrar el COLA después del retraso causado por el cierre del Gobierno.
Por un lado, el COLA subirá un 2,8% en 2026, tal como confirmó la SSA (Administración del Seguro Social) el 24 de octubre. Se trata de una de las subidas más bajas desde 2020 y llega tras la subida del 2,5% aplicada en 2025.
Este ajuste no solo afecta a quienes ya cobran su prestación, ya que también influirá en los trabajadores, que deben y deberán revisar sus créditos acumulados y comprobar que no hay fallos en su historial de ingresos a la hora de calcular qué parte de su sueldo estará sujeta al impuesto del 6,2% de la Seguridad Social.
Este anuncio del COLA llega con algo de retraso, debido a que el cierre del Gobierno obligó a reactivar a parte del personal de la Oficina de Estadísticas Laborales. Ese equipo tuvo que completar el IPC de septiembre, imprescindible para fijar la subida. El índice se publicó finalmente el 24 de octubre.
A continuación vamos a repasar cuáles son esos grandes cambios que afectan a las jubilaciones en los Estados Unidos.
1. El ajuste por costo de vida (COLA) del Seguro Social para 2026 es del 2,8 %

La subida se situará en el 2,8% para 2026, un porcentaje que es ligeramente superior al aplicado el año anterior. Esta subida hará subir la pensión una media de unos 56 dólares al mes, lo que dejará el cheque medio de un jubilado en 2.071 dólares. En hogares donde la prestación es conjunta, la subida aproximada será de 88 dólares, situando el total en 3.208 dólares.
Ahora bien, hay un problema a tener en cuenta y es que esta mejora se verá reducida por el aumento previsto de la prima de Medicare Parte B. Según el informe de los Administradores del Seguro Social apunta a 206,50 dólares al mes, es decir, 21,50 dólares más que en 2025. Esto implica que, para buena parte de los beneficiarios, la subida real del cheque se quedará de 56 dólares ea 34,50, ya que casi el 40% del incremento del COLA se lo llevará directamente la prima sanitaria.
2. La edad plena de jubilación seguirá subiendo en 2026

La edad de jubilación para cobrar el 100% de la prestación continuará subiendo de forma gradual. Así, quienes nacieron en 1959 alcanzarán los 66 años y 10 meses entre noviembre de 2025 y 2026, dependiendo de su mes de nacimiento. Estos seguirá así hasta noviembre de 2026, que será la fecha en la que termine esta transición.
En noviembre de 2026 se completará esta transición y todas las personas nacidas en 1960 o después llegarán a una edad de 67 años, culminando así un proceso que comenzó en 1983 con el objetivo de adaptar el sistema de pensiones al aumento de la esperanza de vida.
Ahora bien, hay que repasar estas normas:
- Si naciste en 1960 o después, tu edad de jubilación plena es de 67 años y la alcanzarás a partir de noviembre de 2026.
- Si naciste en 1959, tu edad de jubilación completa es de 66 años y 10 meses, y se alcanza a partir de noviembre de 2025.
- Si naciste en 1958, tu edad de jubilación es de 66 años y seis meses, y la alcanzaste en noviembre de 2024 o después.
Así, el momento en el que solicitas tus prestaciones influye directamente en lo que acabas recibiendo cada mes, ya que si decides jubilarte a los 62 años, que es la edad mínima permitida, tu cheque será más bajo que si esperas a tu edad plena de jubilación. La regla es sencilla y es, que cuantos más meses haya entre los 62 años y tu FRA, mayor será el recorte aplicado.
Para entenderlo hay que saber que la reducción funciona por tramos. Durante los primeros 36 meses de adelanto, tu prestación baja 5/9 de punto porcentual de un 1% por cada mes. Si adelantas más de 36 meses, el recorte continúa, pero a un ritmo menor, siendo este de 5/12 de punto porcentual de un 1% por cada mes adicional.
Por otro lado, si alcanzas tu edad plena (la que te corresponda) y sigues trabajando sin solicitar la prestación, puedes mejorar lo que cobrarás más adelante. Cada año extra trabajado suma un nuevo año de ingresos a tu historial y, si esos ingresos son más altos, pueden aumentar el cálculo final de tu prestación.
Además, si retrasas el cobro después de la FRA, tu pago mensual sube cada mes que esperas, hasta cumplir los 70 años. Por cada mes de retraso recibirás un 2/3 de punto porcentual de un 1 % adicional, lo que equivale a un 8 % más por cada año completo de demora. A partir de los 70 años ya no se generan más créditos por esperar, por lo que no merece la pena retrasarlo más allá.
3. El límite salarial sujeto al impuesto de la Seguridad Social será más alto
En 2026 subirá el límite salarial sobre el que se pagan cotizaciones a la Seguridad Social. Este límite marca hasta qué cantidad de ingresos está sujeta a ese impuesto del 6,2%, y también determina qué parte de ese salario genera derecho para la futura pensión del trabajador.
En 2026, el límite está fijado en 184.500 dólares, una cifra que supone 8.400 dólares más que los 176.100 dólares del año anterior. Este límite se actualiza cada año según la inflación y todo apunta (según las previsiones) a que volverá a aumentar en 2027.
El Informe de la Junta de Síndicos de 2025 calculó que el tope de 2026 sería de 183.600 dólares, es decir, 7.500 dólares más que en 2025. Ahora bien, la cifra definitiva quedó 900 dólares por encima de esa previsión. Con ese aumento, un trabajador que alcance el límite pagará 11.439 dólares de cotizaciones a la Seguridad Social en 2026.
Cuando se llega al tope anual, la Seguridad Social deja de retener el impuesto del 6,2%. En cambio, Medicare no tiene límite, así que todos los ingresos del trabajador continúan sujetos al 1,45%.
Además, hay que tener ene cuenta que existe un recargo adicional del 0,9% para rentas altas, ya que se aplica a quienes ganan más de 200.000 dólares al año; 250.000 dólares en declaraciones conjuntas; o 125.000 dólares en declaraciones por separado. Es el empleador quien debe retener este importe, aunque no tiene que aportar una parte equivalente.
4. Ganar más dinero si trabajas y cobras la pensión

Para aquellas personas que quieran cobrar la pensión a la vez que se trabaja, en 2026, podrán hacerlo a través de la conocida como “prueba de ingresos”. Esta es una norma que reduce el cheque mensual cuando el beneficiario trabaja por encima de ciertos límites. Cada año esas cifras se actualizan, lo que permite conservar una parte mayor de la prestación.
A partir de 2026, la SSA descontará 1 dólar de tu prestación por cada 2 dólares que superen los 24.480 dólares anuales (2.040 dólares al mes). Este límite era de 23.400 dólares en 2025, por lo que sube ligeramente.
Si alcanzas tu edad plena de jubilación, la norma será más beneficiosa y en este caso, solo se retendrá 1 dólar por cada 3 dólares que superen los 65.160 dólares al año, una cantidad que aumenta desde los 62.160 dólares de 2025. Tras cumplir la edad plena, ya no existe tope: puedes ganar lo que quieras sin penalización y se recuperan los beneficios retenidos.
Resumiendo y para entenderlo y tenerlo claro:
- Las personas que no han alcanzado la edad de jubilación durante todo 2026, el límite será 24.480 dólares; se descuenta 1 dólar por cada 2 dólares que excedan esa cantidad.
- Las personas si han alcanzado la edad en 2026, el límite de 65.160 dólares; se retiene 1 dólar por cada 3 dólares por encima del tope, solo hasta el mes en que se alcanza la edad plena.
5. Conseguir créditos de la Seguridad Social en 2026
A partir de 2026, deberás ganar más para tener derecho a los créditos de la Seguridad Social. Estos créditos son esenciales porque, sin ellos, la SSA no puede conceder ninguna prestación de jubilación.
El sistema exige 40 créditos laborales para acceder a la pensión, y solo es posible acumular hasta cuatro créditos por año. Además, la SSA utiliza esos mismos créditos para determinar los requisitos en otros programas, como las prestaciones por discapacidad, Medicare o los beneficios de supervivencia para familiares.
El funcionamiento es sencillo entendiendo estas tres calves:
- En 2026, para conseguir un crédito será necesario haber ganado 1.890 dólares procedentes de salarios o trabajo por cuenta propia.
- Para conseguir los cuatro créditos del año, habrá que ganar al menos 7.560 dólares.
Si lo comparamos con el año anterior, en 2025 se pedía 1.810 dólares para un crédito, es decir, 80 dólares menos que en 2026. Como es habitual, de cara a 2027, estos importes volverán a subir.
Al llegar a los 40 créditos, ya no tiene sentido acumular más, porque no aumentan la prestación. La cuantía final de la pensión depende del historial salarial completo y de cuánto hayas ganado durante tu vida laboral, no del número de créditos que superen ese mínimo obligatorio.
6. El Fondo Fiduciario de la Seguridad Social estará a siete años de enfrentarse a la insolvencia
El Fondo Fiduciario de la Seguridad Social, que es fondo de reserva que financia los beneficios del programa de seguridad social en Estados Unidos, incluyendo jubilación e incapacidad podría quedarse sin recursos en unos siete años si no se producen cambios. Los informes más actuales llevan tiempo avisando de esta situación, pero las decisiones políticas no han ido orientadas a frenar el problema, sino que, en algunos casos, lo han acelerado.
Por un lado, se han ampliado determinadas prestaciones mediante la Ley de Equidad en la Seguridad Social (SSFA) y, por otro, la Ley Integral de Reforma (OBBB) ha introducido una deducción fiscal para personas mayores que reducirá la renta imponible de algunos jubilados. Esa rebaja implica menos ingresos fiscales y, por tanto, menos dinero para sostener el programa.
Entre 2024 y 2025, la fecha estimada de insolvencia se ha adelantado ligeramente y el posible recorte que se aplicaría en caso de agotarse el fondo también ha aumentado. Si finalmente se llega a ese punto, el recorte automático sería de alrededor del 23 % en las prestaciones.
Para los futuros beneficiarios, ese ajuste podría suponer la necesidad de ahorrar cerca de 150.000 dólares adicionales para compensar la reducción. En el caso de la Generación X, esto implicaría aportar unos 701 dólares más al mes para cubrir el déficit previsto. Cuanto más se retrase una reforma real del sistema, más profundas tendrán que ser las medidas para corregir la situación.

