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Una pareja de jubilados compra una caravana y lo que encuentran hace que la tengan que vender: “confiamos en el vendedor y no la revisamos antes de llevárnosla”

Encontraron el vehículo en un mercado retro con la intención de disfrutar de su jubilación viajando por todo el mundo, pero en poco tiempo comenzaron los problemas.

Mujer mayor conduciendo una caravana
Una pareja de jubilados compra una caravana y lo que encuentran hace que la tengan que vender: “confiamos en el vendedor y no la revisamos antes de llevárnosla” |Envato
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:
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Llegar a la edad de jubilación supone para muchos mayores dar un giro de 180 grados a sus vidas. Dejan de ir a trabajar pero, a cambio, disponen de más tiempo para otros planes como, por ejemplo, viajar con o sin el Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales). Este es el caso de una pareja de jubilados canadienses, que esperaban con ganas el momento de cumplir la edad de jubilación en Estados Unidos (EEUU) para hacer realidad uno de sus sueños: tener una autocaravana.

Marie L. Mangin y su marido encontraron un chollo en un mercado de vehículos de los años 90. “Vimos una caravana que se ajustaba perfectamente a nuestro presupuesto. Nosotros siempre habíamos hablado de comprar una para poder viajar por todo el mundo después de jubilarnos”, señala Mangin en unas declaraciones que recoge AOL. La intención, señalaron, era ahorrar dinero ya que no tendrían que pagar alojamiento y viajar a cualquier lugar, pudiendo improvisar o cambiar el destino cuando les apeteciera.

Pero a esta maestra y a su esposo las cosas no les salieron como esperaban, y la sorpresa llegó más tarde, cuando salieron a carretera y descubrieron algo que había permanecido oculto todo ese tiempo, y de lo que no se dieron cuenta en el momento de llevársela. 

Porque sí, revisaron bien el equipamiento y encontraron elementos imprescindibles como un generador y un espacio de cocina para preparar la comida con todo lujo de detalles. “Nada más verla, pensamos que era cosa del destino y la compramos enseguida”. Pero su entusiasmo duró poco. 

El problema llegó tras la primera noche

Pareja de jubilados asomados a la caravana. | Envato

Cuando llegó la hora de acostarse, durante su primer viaje, los dos jubilados se dieron un golpe de realidad. “Nos sentíamos apretados, no pudimos descansar bien. Pero lo primero que pensamos es que todo era cuestión de acostumbrarnos”. 

Al regresar a su casa, en Canadá, empezaron a planear una nueva salida. En este caso, la idea era pasar cuatro días en un festival de música donde no había agua corriente y tampoco electricidad. “Tuvimos que llevar mucho más equipaje, como una nevera portátil, una parrilla, una jarra de agua, tumbonas y bolsas de loneta”, explicó Marie.

Como la autocaravana tenía poco espacio interior, empezaron a sentirse incómodos. “Si queríamos estar dentro del vehículo, debíamos sacar los objetos a la calle y luego meterlos dentro para evitar que nos robasen mientras estábamos disfrutando de los conciertos”. 

Además, se dieron cuenta de que el hombre, que medía asi dos metros, no podía estar de pie dentro. Ella, con 1,50 de estatura, se dio dos golpes con los armarios superiores. 

Problemas eléctricos que hicieron que la factura subiese

Pero eso no era lo único y es que a los problemas de espacio, estos dos jubilados debieron sumar los eléctricos. Estos hacían que electrodomésticos como el microondas o el generador no funcionaran. Y la sorpresa llegaría más tarde cuando, a pesar de no poder usarlos, la factura de la luz no dejaba de aumentar. 

“Confiamos en la palabra de los vendedores y no revisamos la caravana antes de comprarla”, se lamentaron más tarde. “Unos meses después se la vendimos a otra pareja, pero antes les avisamos de todos los problemas que habíamos encontrado”.

Poco después, cambiaron el modo de viajar y lo hicieron a la manera tradicional, en un coche y con parada en alojamientos. “Nos dimos cuenta de que no nos hacía falta una autocaravana para viajar por carretera”. “Ahora lo que nos planteamos es conducir nuestro coche reservando en hoteles baratos que incluyan el desayuno, y esperamos que los nuevos propietarios se adapten mejor a la caravana”.