España, fuera de nuestras fronteras, es conocida por tener una gran calidad de vida. Buen clima, gastronomía… Y, en algunos casos, un coste de vida más barato. Por eso, no sorprende que muchos extranjeros decidan dejarlo todo para hacer de nuestro país su lugar de residencia. Ha sido el caso de una familia estadounidense que, aunque estaba muy cómoda en California, decidió vender su casa y venirse a España, una decisión que, aseguran, fue 100% acertada.
Así lo ha explicado Colleen Crowley, psicóloga, al medio ‘CNN’, donde ha relatado su experiencia personal y todo lo que ha supuesto para la familia. Fue hace tres años cuando, junto a su marido, sus tres hijos y su madre, decidió cruzar el charco para empezar de cero en España, aunque nunca antes la habían visitado.
“Suena tan trillado, pero creo que todos son mucho más felices aquí”, explica al citado medio, describiendo la mudanza como “increíble y transformadora” para todos, sobre todo para sus hijos, que tenían 16, 13 y 8 años en ese momento. De hechos, todos lo tiene claro: “Ojalá lo hubiéramos hecho antes”. Ciertamente, la pareja siempre había querido vivir en el extranjero, pero tuvieron que esperar al momento oportuno.
Se marcharon por el desarrollo de sus hijos
Crowley cuenta que Montecito, el lugar donde vivían en California, “era un lugar maravilloso para criar una familia”, pero “quizás demasiado maravilloso”, ya que estaba “muy cuidado” y “muy limitado”. En este sentido, temían que la perspectiva de sus hijos, sobre la vida y cómo desenvolverse, estuviera muy limitada, ya que sentían que estaban demasiado protegidos.
Por eso, aunque fue difícil por todo lo que dejabas atrás, como su comunidad, decidieron dar el paso de mudarse al extranjero durante la pandemia del Covid-19, que confiesan facilitó el cambio. Es así porque, debido a las circunstancias de la crisis sanitaria, comenzaron a teletrabajar, además de que coincidió justo que su hija mayor se había graduado de Bachillerato.
“Entre nuestras carreras y el desarrollo de nuestros hijos, dijimos: ‘Creo que es hora de irnos’”, explica Crowley a la ‘CNN’, confesando también que siempre habían sentido curiosidad por España, siendo uno de los motivos las obras de Ernest Hemingway. “Queríamos vivir en un lugar donde pudiéramos disfrutar de nuestra pasión por la naturaleza: surf, esquí y senderismo”, añadió.
Así pues, vendieron su casa, se quedaron con lo justo, y convencieron a la madre de Crowley para que se fuera con ellos, como al final consiguieron. En julio de 2022, ese ‘sueño’ se materializó y volaron a Barcelona con 10 maletas, desde donde cogieron un ferry hasta Mallorca. Aquí fue donde vivieron al principio, expresando que, al ser un destino muy internacional, la adaptación fue “fácil”. Sin embargo, después de 6 meses allí, sintieron que no era su lugar.
San Sebastián, su lugar ideal
“Queríamos familia, naturaleza y una experiencia española”, detalla Crowley, decidiendo mudarse entonces a San Sebastián, que sí resultó ser una opción ganadora para ellos. “Supimos que habíamos encontrado nuestro lugar después de dos días”, detalla, expresando que “el tamaño, la geografía y la naturaleza encajaban perfectamente con lo que priorizamos y valoramos”.
Primero alquilaron una casa y empezaron a crear su rutina, aun con la dificultad de la cultura vasca, tanto por el idioma como por los grupos de cuadrillas que tienen tan definidos, si bien asegura que todo el mundo era muy amable. Ahora, más asentados, afirman que han conseguido “un aumento significativo en la calidad de vida”.
Aunque Crowley todavía está aprendiendo español, asegura que el resto de la familia lo aprendió fácilmente, al tiempo que también están estudiando euskera. También se han comprado ya una casa, con vistas al mar y a la ciudad, mientras que su madre vive cerca en un apartamento con vistas al golfo de Vizcaya. Una de las diferencias que aprecian, es que si antes tenían que coger siempre el coche, ahora casi siempre van en bicicleta.
“Mis hijos no tienen ningún deseo de volver”
Para esta familia estadounidense, lo mejor de haberse venido a España es la perspectiva del mundo que han adquirido sus hijos, que tiene ahora amigos de todas partes. “Cómo piensan sobre el mundo, cómo se desenvuelven en él, las habilidades que tienen… Es decir, viajamos por todo el mundo y vivimos en el extranjero, así que tuvimos mucho de eso. Pero ver cómo se desarrolla todo eso. Verlos construir sus vidas de una manera que nunca habría sido si nos hubiéramos quedado en California… Es una satisfacción tremenda”, expresan.
La cultura española, confiesan, ha sido como un soplo de aire fresco, al igual que el coste de vida ha sido positiva. De hecho, siendo San Sebastián una de las ciudades más caras del país, viven con aproximadamente la mitad de lo que gastaban en California. También les ha impresionado la sanidad pública española: “el nivel de atención… la capacidad de respuesta, ha sido increíble”.
Sus hijos no solo también están conformes con la decisión, sino que incluso sienten que sus vidas realmente empezaron en España: “Mis hijos no tienen ningún deseo de volver”, aseguró Crowley, quien confesó también que su hija de 16 años le dijo que “a veces siento que la vida no empezó para mí hasta que me mudé al extranjero…”, sintiendo que ahora todos tienen la fortaleza de saber que su vida puede prosperar en cualquier lugar.
