Comprar en el supermercado es mucho más caro que hace unos años a consecuencia, entre otras cosas, de la inflación. Esto trae consecuencias que cada vez afectan a más personas como la pobreza o la necesidad cada vez mayor, de acudir a ayudas como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) que ya llega a 776.924 hogares españoles. Por eso, no es extraño encontrar historias como la que ha sucedido en la isla italiana de Pesaro.
Esta pequeña localidad está muy cerca del núcleo de San Marino y allí vive un hombre de 58 años que tenía problemas económicos y al que ya detuvieron en algunas ocasiones por llevarse comida (sin pagar) de un supermercado. Cuando los agentes de la Policía llevaron a cabo la investigación descubrieron que estaba ‘compinchado’ con una de las cajeras.
Los responsables del supermercado, como publica Infobae, se dieron cuenta al notar que se estaban realizando operaciones “irregulares” en la caja registradora. Entre ellas, reiteradas cancelaciones de compras y reversiones en los pagos (devoluciones).
Al analizar la situación, se dieron cuenta de que siempre coincidían con la presencia en la caja del mismo cliente y fue ahí donde los encargados del supermercado empezaron a sospechar de la trabajadora.
Compró 180 euros en comida, pero la caja marcaba cero euros
La estrategia quedó al descubierto cuando un día el hombre compró por valor de 180 euros pero al pasar por caja, el ticket de compra ponía 0 euros. Cuando preguntaron, se dieron cuenta de que se habían eliminado productos o anulado algunos artículos en el programa informático.
El personal de supermercado, que como se ha dicho antes estaba sobre la pista, paró al cliente cuando iba a abandonar la tienda y le pidieron que le mostrase el contenido de las dos bolsas que llevaba y el ticket.
Fue en ese momento cuando confirmaron que no había pagado nada y llamaron a la policía. Una vez allí, los agentes detuvieron al hombre a quien acusaron de hurto agravado y denunciaron a la cajera.
La suma de los productos sin pagar sube a los 400 euros
No era esta la única compra sin pagar que había realizado este hombre. Ya se había repetido en otras ocasiones y la investigación demuestra que la cuantía defraudada podría ascender a los 400 euros en productos del supermercado que se había llevado sin pagar.
En ningún momento este hombre dijo que las acusaciones eran falsas. Todo lo contrario. A principios del mes de febrero de este año, compareció ante la justicia donde reconoció los hechos. Señaló que, en aquellos momentos, estaba atravesando por “graves problemas económicos” por lo que la fiscalía pidió la medida cautelar de obligación de firma pero su abogado pidió más tiempo para poder evaluar una posible suspensión del juicio.
Al final, el acusado quedó en libertad sin medidas cautelares.
Qué es el hurto famélico, recogido en el Código Penal
El Código Penal español recoge el llamado ‘hurto famélico’ (artículo 20.5) que es cuando se sustraen alimentos o enseres básicos porque la persona que lo hace no tiene otra opción. Se produce cuando hay posibilidades de deterioro de salud o desfallecimiento del sujeto o de su familia.
En estos casos, hay que demostrar que se trata de una verdadera precariedad o indigencia y así intentar quedar exento de cualquier responsabilidad penal.

