El precio de los alimentos no deja de subir en los últimos meses, según reflejan los datos de la inflación. Y esto no es sólo en España, sino que es una tendencia que se muestra en toda Europa. Por eso, se están multiplicando los hurtos y robos en los supermercados y en países como Italia han dado lugar a una curiosa historia en la que una cajera (Reggia Emilia, de 26 años) rebajó el ticket de la compra de sus padres, de modo que de una cuenta de 150 euros, sólo pagaron 20 euros.
Una noticia de la que se ha hecho eco el Corriere di Bologna y que ha sucedido en la localidad de Poviglio, en la zona baja de Reggio Emilia. La trabajadora del supermercado, de 26 años, y sus padres, fueron denunciados ante los Carabineros (la Policía italiana) por un intento de hurto con agravantes. La trabajadora, tras pasar los artículos por el escáner, había cobrado intencionadamente 20 euros a sus padres, por una compra que valía 150 euros.
El encargado (gerente) del comercio fue el que se dio cuenta de la ‘trampa’ y empezó una investigación que le llevó hasta esta empleada. Según el informe de la denuncia, al que ha tenido acceso el medio antes citado, la familia había programado una gran compra y habían pensado que, trabajando allí su hija, seguro que podría hacerles alguna rebaja. Algo que ha hecho, cometiendo una ilegalidad.
Llenaron el carrito con 80 artículos de precios muy diferentes
La madre de 53 años y el padre de 64 llegaron al supermercado con una gran lista de la compra, y llenaron el carrito con al menos 80 artículos, con lo que sumaron 150 euros en total. Una vez en la caja, fueron directos a la que estaba atendiendo su hija y a nadie le llamó la atención.
El pueblo en el que viven es pequeño, se conocen todos y a nadie les extrañó que prefirieran ser atendidos por un familiar. Una vez que pasó todos los artículos y según la investigación, la hija anuló buena parte de los artículos, para que la cuenta marcase una cantidad muy baja, de 20 euros.
El gerente ordenó al vigilante que revisara la compra de los padres
El gerente de la tienda de alimentación había notado un comportamiento extraño de la cajera mientras cobraba los productos. El total ascendía a 150 euros, pero habían pagado 20 euros. Entonces, el matrimonio fue a pagar, pero hubo algo que llamó la atención al encargado y se acercó al vigilante de seguridad y le pidió que revisara las compras de la pareja. Comprobó que en el ticket aparecían sólo 20 euros mientras que el volumen de la compra que llevaba no tenía ese valor.
Una vez que se tuvo claro que los padres de la trabajadora habían pagado 130 euros menos, la compra fue devuelta a los estantes y el gerente del supermercado llamó a la Policía. Cuando llegaron se llevaron detenida a la cajera y a sus padres a la comisaría, donde fueron acusados de manera formal de hurto agravado.

