El hallazgo de un matrimonio en su trastero que les cambió la vida: ahora son millonarios

El matrimonio George y Betty Davis localizaron una figura tallada en piedra realizada por Fabergé que fue un encargo del zar Nicolás II para su esposa, la emperatriz Alexandra.

Una mujer y un niño con cara de sorpresa.
Un matrimonio ordena su trastero y encuentra una figura antigua que vende por más de cinco millones de dólares Envato
Berta F. Quintanilla

Un matrimonio neoyorkino realizó un inesperado hallazgo ordenando su trastero que les ha convertido en millonarios. Y es que la pareja formada por George y Bette Davis encontraron una pequeña figura de un cosaco ruso, que a simple vista carecía de valor, pero que luego resultó ser una obra del conocido artista Carl Fabergé valorada en más de cinco millones de dólares. Se trataba de un regalo del zar Nicolás II a su esposa la emperatriz Alexandra que representaba a uno de sus guardaespaldas.

Una vez que certificó su valor, consiguió venderlo en una subasta por más de 5.200.000 dólares (4.822.718 euros al cambio), en la que partió con un valor inicial de 500.000 dólares. Esta subida de precio se produjo porque los expertos lo tasaron como un objeto de incalculable valor, como recoge la web extravaganzi.com. Y es que hay objetos, que son obras de arte de incalculable valor, escondidos en cualquier parte de la casa.

Fue un joyero quien al final se llevó a casa esta figura, que está realizada en piedra dura y que es casi única, porque se sabe que Carl Fabergé, conocido por sus extravagantes y carísimos huevos, sólo talló 50 parecidas. 

Un regalo del zar Nicolás II a su mujer Alexandra

Figura del cosaco elaborado por Fabergé en una caja.
Uno de los cosacos elaborados por Fabergé en su caja. | extravaganzi.com

La figura de Fabergé que dormía en el trastero de la familia Davis tiene una historia peculiar. El zar Nicolás II se la regaló a su mujer la zarina Alexanjdra Feodoronova en 1912 poco antes de que comenzase la revolución que llevó a la caída de los Romanov. 

Es una imagen de tamaño pequeño, elaborada en piedra dura y en la que se muestra con rostro serio a uno de los guardaespaldas de la emperatriz, el cosaco Nikolai Nikolaievich Pustynnikov. En la factura, que estaba al lado, aparecía el nombre de Armand Hammer como nuevo propietario.

Este la vendió en 1934 en la Hammer Galleries de Manhattan a Georges Davis, que pagó por ella 2.250 dólares, una importante suma en esa época, pero muy baja si se compara con lo que se consiguió después cuando la vendieron los Davis. 

Lo que hace especial a esta figura es las pocas unidades que se crearon, ya que fueron unas 50 y no todas iguales. Concretamente, la que apareció en el trastero tenía “pequeños zafiros en los ojos, adornos de oro, trenzado de oro y todas estas águilas imperiales bicéfalas incrustadas y esmaltadas con gran elaboración”, explicó el subastador Colin Stair a la cadena WNYT.  

Una sorprendente subida de precio en una prestigiosa subasta

Los nuevos millonarios tras la venta de su exclusiva figura de Fabergé recorrieron las principales casas de subastas, preguntando a los expertos. Le explicaron que el valor estimado era de entre 500.000 y 800.000 dólares y las pujas arrancaron en esta cantidad. 

Pero el joyero londinense Wartski ganó la subasta gracias a una oferta que realizó de 5.200.000 dólares. No estaba presente en la sala y se adjudicó esta joya rusa por teléfono, Pagó un 15% más de comisión por esta pieza, convencido de que podría rentarla por mucho más dinero. 

Al final, desembolsó 5.980.000 dólares, casi seis millones. Luego, ante los medios de comunicación explicó que “fuimos el principal rival de Armand Hammer en las décadas de 1920 y 1930 para comprar los tesoros imperiales confiscados al gobierno soviético. A lo largo de los años hemos tenido 20 de estas raras figuras talladas en piedra dura, así como una docena de los legendarios huevos de Pascua Imperiales de Fabergé”.

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