La comunicadora Inés Hernand lanzó el pasado jueves un mensaje muy contundente dirigido a quienes consideran que el franquismo fue una etapa de “orden y seguridad”. Lo hizo en el pódcast Saldremos Mejores, coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte de Francisco Franco y en una época marcada por el último barómetro del CIS, que sitúa en el 19,6% el porcentaje de jóvenes que consideran que la dictadura fue buena para España.
Hernand subrayó que “hoy 20 de noviembre no celebramos a los fascistas de José Antonio Primo de Rivera ni de Francisco Franco, que trajeron a España toda esa hambruna, guerra y desgracia”. La presentadora de RTVE defendió que los avances del Estado del bienestar, desde el acceso a una sanidad pública hasta la extensión de derechos y servicios básicos, son fruto “del largo y difícil camino para recuperar la libertad y la democracia”, iniciado tras la muerte del dictador en 1975.
“En 2025, 50 años después, estamos recordando el inicio de ese éxito colectivo y celebrando ese país plural en el que nos hemos convertido”.
“Mi abuela era sirvienta con seis años”
El episodio, en el que participaron Natalia Junquera, periodista de El País especializada en memoria democrática, y Carmina Gustrán, historiadora y comisionada del Gobierno para los actos conmemorativos bajo el lema España en Libertad, dedicó buena parte de su contenido a abordar los motivos por los que una parte de la juventud muestra una mirada complaciente hacia la dictadura.
Hernand abrió su intervención aludiendo al origen de algunas grandes fortunas españolas y sostuvo que “las grandes empresas y las élites económicas que sobreviven hoy lo hicieron gracias a un marco profundamente político”, un sistema que, según afirmó, permitió que determinadas compañías se consolidaran “asediando, quitando, robando y diezmando a la población civil”, citando entre otros ejemplos a Telefónica o Ferrovial.
Para ilustrar ese pasado de privaciones, la comunicadora recurrió después a su propia historia familiar. “Mi abuela era sirvienta con seis años y comían perro una vez a la semana. Esa era su alimentación”, relató, como ejemplo de la miseria que siguió a la Guerra Civil y a los años de dictadura.
Hernand insistió en el riesgo de que determinadas narrativas se difundan entre adolescentes a través de redes sociales como TikTok, amplificadas por algoritmos que potencian los contenidos más simples y no contrastados. “Cuando te salte ese pequeño TikTok que dice que no te engañen, al que están engañando es a ti”, advirtió. La presentadora denunció la creciente circulación de contenidos que banalizan la represión, omiten la persecución política y minimizan la miseria de la época.
El debate coincide con un momento de especial sensibilidad institucional. Mientras el Gobierno organizó actos para conmemorar los 50 años del final de la dictadura y sigue aplicando la Ley de Memoria Democrática, que impulsa la búsqueda de fosas, las exhumaciones y la retirada de símbolos franquistas, el elevado número de jóvenes que ven el franquismo con una mirada positiva vuelve a poner en cuestión la eficacia de estas políticas.
