Pocas cosas ponen más a prueba la paciencia como los atascos en hora punta, sobre todo en las grandes ciudades. Y es que en estos casos poco importa si se sale con tiempo o de pillar una buena racha de semáforos en verde, algo que parece imposible en Barcelona, según ha afirmado el conocido economista Gonzalo Bernardos.
Como ya ha hecho en otras ocasiones hablando de temas como el impuesto sobre sucesiones, el profesor de economía de la Universidad de Barcelona ha utilizado su red social X (antes Twitter), poner sobre la mesa un malestar que comparten miles de barceloneses, la circulación en la ciudad, lejos de mejorar, parece empeorar con el paso de los meses.
Bernardos ha señalado lo que, a su juicio, está fallando y es la planificación de las obras que califica de “pésima” y una sincronización de semáforos que hace que, en lugar de ayudar, termine por desesperar aún más a los conductores. Según denuncia, el recorrido típico por las calles de Barcelona se convierte en una especie de carrera de obstáculos en la que lo más habitual es acabar parando en la mayoría de los semáforos. “Están sincronizados para que los automóviles paren en la mayor parte de ellos” asegura.
Compara la situación actual del tráfico en Barcelona con la del mandato de Ada Colau,
En su crítica, Gonzalo Bernardos va más allá y compara la situación actual con la vivida durante el mandato de Ada Colau, una etapa que ya fue especialmente polémica entre los conductores. En su opinión, ahora mismo la gestión del tráfico “es peor que con Ada Colau”.
La reacción entre los usuarios de X (antes Twitter) ha sido inmediata. Algunos coinciden con Bernardos y aseguran que moverse por la ciudad es, cada vez más, una odisea. Hay quien señala que, por muy temprano que salgas o por mucha previsión que tengas, las obras y la falta de coordinación convierten cualquier trayecto en una auténtica aventura. Otros han aprovechado la ocasión para lanzar comparaciones con el tráfico de ciudades como Madrid o Valencia, recordando que los atascos son ya parte del paisaje urbano en cualquier gran capital.
No han faltado tampoco los mensajes cargados de ironía. Algunos usuarios, resignados, proponen mudarse a la España vaciada para dejar atrás los atascos y los semáforos eternos. Otros, ofrecen una visión más crítica señalando que el desorden en la circulación acaba siendo la excusa perfecta para que los políticos justifiquen nuevas restricciones o medidas, que generan aún más descontento de los conductores.

