Después de múltiples fallos técnicos y explosiones continuadas, en la noche de este martes Elon Musk logró el lanzamiento en pruebas de su cohete Starship, con el que pretende llevar a personas a Marte.
Lo hizo a través del Vuelo 10 de Starship, el cual se concretó con éxito luego de dos intentos fallidos. Se trató de una nueva posibilidad de SpaceX por afianzar la fiabilidad de su cohete más ambicioso. Todo tras un año marcado por explosiones y fallos que pusieron a prueba la capacidad de la compañía para avanzar en la exploración espacial.
Elon Musk y SpaceX han lanzado, por fin, su nave Starship, su vuelo más exitoso
Starship ha despegado a las 18:30 hora local desde la ciudad de Starbase, en el sur de Texas, donde tiene su base SpaceX, después de dos aplazamientos por problemas técnicos y de clima, y ha aterrizado sin problemas en el océano Índico después de una hora,
El cohete está compuesto por el propulsor Super Heavy y la nave Starship, y el objetivo de SpaceX es dar con la clave para que ambas partes se puedan reutilizar en futuras misiones y abaratar costes en los esfuerzos para regresar a la Luna y llegar a Marte, que son las grandes metas del multimillonario Elon Musk.
Sin embargo, no ha sido algo sencillo. Hasta tres pruebas anteriores acabaron con la pérdida de la nave Starship, por lo que SpaceX optó por realizar distintas modificaciones en la nave, incluida la retirada de un número significativo de losetas del vehículo para probar los límites de sus áreas vulnerables durante su reentrada en la atmósfera de la Tierra.
Un año de lanzamientos fallidos de la Starship con la vista puesta en la Luna y Marte
Lo que se ha podido ver desde su retransmisión en directo es que Super Heavy, que es la parte propulsora del cohete, se ha separado de Starship unos siete minutos después del despegue, cayendo en las aguas del Golfo de México, como estaba previsto.
La nave Starship, por su parte, ha seguido su curso hacia el espacio y, unos 45 minutos después del despegue, ha comenzado su reentrada en la atmósfera, alcanzando una velocidad subsónica hacia final de su trayecto: el océano Índico.
El cohete es capaz de llegar a órbita, desplegar carga y luego desorbitar. El vuelo 10 ha vuelto a demostrar el reencendido de un motor Raptor en el vacío. Esta capacidad es indispensable para frenar el cohete de forma controlada o realizar una inyección translunar para las misiones Artemis de la NASA.
El objetivo es que la nave pueda transportar personas a la Luna y a Marte
Así, podemos decir que a la cuarta va la vencida. Y no por otra razón que porque todos los intentos de este 2025, excepto el último, resultaron ser un fracaso para SpaceX, Elon Musk y su Starship. De hecho, los dos primeros vuelos de prueba de enero y marzo explotaron en aguas de Florida. Los residuos y escombros cayeron en varias carreteras en las Islas Turcas y Caicos y en algunas de las islas de las Bahamas.
Luego lo intentaron nuevamente en mayo, con importantes cambios en la nave donde creían, entonces, que no iba a haber problemas. Pero sí los hubo: Starship perdió el control mientras se dirigía al punto de aterrizaje y el propulsor Super Heavy, que debía amerizar de forma programada en el golfo de México, como sí que ocurrió esta vez, se destruyó completamente.
En ninguno de estos lanzamiento ha habido tripulación a bordo y todos son considerados de prueba, aunque el objetivo final de Elon Musk es que la nave espacial sea capaz de transportar personas a la Luna y, posteriormente, a Marte.
De cara al futuro, SpaceX pretende realizar hasta 25 vuelos más de prueba de Starship en 2025, con el objetivo de acelerar el desarrollo del vehículo y cumplir con los plazos de la misión Artemis 3. Esta no es otra que la primera misión de la NASA que llevará a humanos de vuelta a la superficie de la Luna tras más de 50 años, incluyendo la primera mujer y la primera persona de color en pisar el satélite. El objetivo es aterrizar en el Polo Sur lunar para explorar sus recursos, y sentar las bases para la exploración de Marte.
