Cómo aumentar la productividad trabajando menos: la técnica Pomodoro

No importa si somos trabajadores o estudiantes, todos tenemos el mismo objetivo: concentrarnos. Puede parecer simple, pero cada vez es más difícil focalizarnos en una sola tarea, especialmente ahora con las nuevas tecnologías, cuando las notificaciones que nos llegan al móvil (de Instagram, WhatsApp, correos…) son una fuente de distracción muy potente. Si sabes por experiencia propia de esta dificultad, te interesa conocer un método de trabajo y estudio de grandes resultados: la técnica ‘Pomodoro’.

Es posible que, al leer su nombre, hayas pensado en un tomate (pomodoro, en italiano), y has asociado bien. Se llama así porque su inventor, Francesco Cirillo, utilizó para practicarla un cronómetro de cocina en forma de tomate, que le inspiró para ponerle este nombre. Pero, yendo a lo importante, ¿qué es la técnica Pomodoro y cuáles son sus 5 pasos?

Se trata de un método popular para gestionar el tiempo de forma eficiente, con pequeños descansos que se alternan con sesiones de trabajo que no superan los 25 minutos. Gracias a esta alternancia, se consigue adquirir conocimientos y resolver tareas sin distracciones y en los tiempos fijados. Los descansos son clave en su funcionamiento y es muy importante seguir los siguientes pasos que explicamos adecuadamente. 

¿Cómo realizar el método Pomodoro?

La técnica Pomodoro consta de cinco pasos y son fáciles de seguir a pesar de que se obtienen grandes resultados: 

• Elegir una actividad para completar. Puede parecer obvio, pero de esta forma se evita pasar de una tarea a otra sin acabar realmente ninguna. 
• Poner el temporizador en 25 minutos. Según la ciencia, es el lapso del tiempo por el que podemos estar concentrados al 100%.
• Trabajar sin distraernos hasta que suene el temporizador.
• Tomar un descanso de 5 minutos. Es importante no coger el móvil. En su lugar, se recomienda movernos, beber agua, salir a tomar el aire o tomar el sol. 
• Cada sesión de 25 minutos, se dice que se ha conseguido un tomate'. Al llegar a los 4 tomates, debemos tomarnos un descanso más largo, de 30 minutos, donde podemos relajarnos y hacer aquello que nos permita estar totalmente descansados. Finalizado este plazo, repetir el proceso. 

Su éxito radica en que, al ser sesiones de trabajo pequeñas, es más probable que mantengamos la motivación y, por ende, seamos más productivos. 

Trucos para rendir todavía más con la técnica Pomodoro

Si queremos rendir al máximo, hay una serie de trucos y recomendaciones que podemos seguir para que este método nos permita ser todavía más productivos. En primer lugar, debemos evitar las distracciones. Las internas podemos gestionarlas mediante el autocontrol y las interrupciones externas con la estrategia de “Informar-negociar-programar y volver a llamar’. 

Esto es: debemos informar que estamos ocupados en este momento, ver con ellos cuándo podemos hablar sobre el asunto que nos ocupa, programar la reunión y llamarlos cuando hayamos terminado con la sesión ‘Pomodoro’. Estos son otros consejos que también nos ayudarán a sacarle partido a este método: 

• A la hora de elegir las tareas, ordenarlas por prioridades, para empezar por aquellas que sean más importantes. No debemos posponer aquellas que nos dan pereza. 
• Agrupar tareas pequeñas, como puede ser contestar correos, en una sesión de Pomodoro.
• Respeta los plazos. Ni los acortes, ni los alargues. 
• Si tienes tareas muy complejas que realizar, puedes dividirlas en otras más simples. 

Por último, si no tienes un cronómetro y no quieres caer en la tentación de usar el móvil (aunque puedas ponerlo en modo avión), existen aplicaciones y webs con temporizadores incluidos para utilizar este método. Por ejemplo, ‘Pomodoro Timer’, ‘Pomodone’ o ‘Time Tracker’.