“El circo ha muerto”, el creador del ‘Circo de los Horrores’ desvela cómo lo recuperó con humor, lujuria y terror

Único e innovador, en el año 2006 surge el ‘Circo de los Horrores’. Un show circense dirigido por el creador y maestro de ceremonias, Suso Silva, a quien fue otorgado el Premio Nacional de Circo 2003 por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Con una gran carrera artística detrás, ha sido capaz de fusionar el teatro, el circo contemporáneo y el cabaret aportando un soplo de aire fresco al concepto del circo español y reinventarlo a través del humor, la lujuria y el terror. 

Durante estos casi 20 años sobre el escenario, más de 3 millones de espectadores han disfrutado de los shows que componen el ‘Circo de los Horrores’, incluyendo ‘El Origen’, ‘Manicomio’, ‘Cabaret Maldito’, ‘Apocalipsis’, y ahora ‘Requiem, Sinfonía final’, en los cinco países que han visitado.

El ‘Circo de los Horrores’: “Es un puñetero monstruo de bolsillo, caro y complicado”

Desde el escenario ubicado en el interior de la carpa del ‘Circo de los Horrores’ que gira por España, Suso Silva charla con NoticiasTrabajo sobre su trayectoria profesional, cómo ha conseguido reinventar algo tan encasillado como es el circo, y los proyectos que tiene en mente para el futuro cercano. También habla de ‘Requiem, Sinfonía final’, el quinto show del ‘Circo de los Horrores’ que recopila un trocito de los anteriores para dar paso a su retirada y despedida de los escenarios. 

NT: ¿Cómo definiría el ‘Circo de los Horrores’?

SS: Es muy amplio. El ‘Circo de los Horrores’ es una fusión entre teatro de vanguardia y un circo muy fresco y aderezado con gotas de cabaret salvaje. Aquí pasa de todo. 

NT: Veinte años de trayectoria. ¿De dónde surgió esa idea de reinventar el concepto de circo que todos conocemos?

SS: Hay una frase que yo empleo en varios shows, que es una declaración de intenciones: “El circo ha muerto, vamos a desenterrarlo”. Al final es la idea de revitalizar y resetear el circo, de hacer algo más actual. Algo que enganchara a ese público joven, inapetente del circo tradicional.

En el año 2003, que fue cuando se empezó a gestar, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte me dio el Premio Nacional de Circo. La que era ministra, Carmen Calvo, me dijo que tenía el deber, para con el público español, de hacer una nueva propuesta y recuperar el circo más casposo, más perdido. A partir de ahí, me lo empecé a plantear. Creía que podía hacer un buen show, algo distinto y mejorar lo que había en el panorama español; he hecho interpretación, mimo, escenografía, mucha técnica de circo, y siempre pensé que estaba preparado para aportar mi granito de arena a la evolución del circo en este país. Además, me iba a los cines, donde había 20 salas y veía qué género importaba más a los chavales, y el terror ganaba por goleada. Y así nació la idea: monté el Circo de los Horrores.

“Siempre pensé que estaba preparado para aportar mi granito de arena a la evolución del circo en este país”.

NT: ¿Cómo fueron los inicios?

SS: Lo arranqué yo solo. Me di el gran bofetón, me arruiné completamente, fue terrible, venía el público y se ponía en pie, pero no metía más de 100 personas por show. Pero me asocié con mi amigo Manuel González, y a partir de ahí fue un boom: se creó marca, y ya tenemos más de un millón de seguidores en Facebook, algo que para un show de teatro y circo hoy en día es impensable.

NT: Siempre se ha hablado de que en el circo se han vivido condiciones laborales pésimas. ¿Cree que ha sido así?

SS: El circo ha cambiado mucho. El circo ha pasado de ser cuatro caravanas y un pequeño tenderete a ser un gran show. Nosotros hemos transformado la carpa en un pequeño cabaret ambulante, hemos evolucionado. Las condiciones laborales son lo mejor que podemos ofrecer: aquí nadie trabaja sin un seguro, sin un alta, es inconcebible hoy en día, sobre todo cuando un show necesita a 60 personas en gira entre tramoyistas, oficinas, actores, artistas, cantantes, bailarines, cómicos, músicos, vestuario, regidores, bares… es decir, es un puñetero monstruo de bolsillo, caro y complicado. Este circo y cualquier circo que funcione, es una máquina perfectamente engrasada. O todo gira al unísono o no funciona.

NT: ¿Cómo es tu último show sobre los escenarios, ‘Requiem, Sinfonía final’?

SS: Es el quinto show de ‘El Circo de los Horrores’, mi despedida de los escenarios y ese guiño a los últimos 20 años de trayectoria, con el que terminaremos a final de año en Madrid. Veremos un trocito de ‘Manicomio’, de los momentos más bestias con la chica colgada hacia abajo a 12 metros de altura, a chicas colgadas del pelo; también un trocito de ‘Cabaret maldito y la casa de Lucifer’, y un pequeño trozo muy atrevido de ‘Bacanal y el templo del pecado’, donde se reflejan los excesos: hablaremos con el público de comidas, de bebidas, de sexo… Es un show muy desmadrado, muy golfo. 

Sin embargo, lo verdaderamente alucinante es ver cómo aquel que no ha venido nunca, se sienta, interactúa y me cuenta hasta sus preferencias sexuales, porque aquí no hay nada preparado; nunca hay dos funciones iguales porque el público es diferente. 

NT: ¿Qué hay de especial en ‘Requiem, Sinfonía final’?

SS: Esta vez termino desnudo, sin ningún personaje en mi piel, intentando agradecer que me hayan acompañado estos últimos 20 años. Cuando miro al público, veo muchas lágrimas, y he de reconocer que a veces, a mí también se me ha escapado alguna. 
Y aunque sea mi último show sobre el escenario, no significa que desaparezca, porque habrá secuelas, precuelas y terceras partes, lo único que yo estaré más que nunca en el lado oscuro. Pasaré el testigo a una nueva maestra de ceremonias, que será mi hija, y creo que es el momento, porque las mujeres aportan muchísimo; de hecho, el 60% del ‘Circo de los Horrores’ son mujeres.

NT: Esto acaba… ¿Qué va a hacer ahora?

SS: Estamos preparando la ‘Feria de los Horrores’, un freak show con más de 80 personas, que estará fijo en Madrid, no haremos gira. Es un monstruo con norias, carruseles, caballos, viejas caravanas… Es cómo se vivía en los años 20 estos freak shows de la mujer barbuda, la mujer serpiente o el tío con dos cabezas, y se desarrolla en un antiguo parque de atracciones, donde todo parece muy bonito hasta que se va la luz.

“Viene la ‘Feria de los Horrores’ a Madrid. Podremos ver cómo se vivían en los años 20 estos freak shows de la mujer barbuda, la mujer serpiente o el tío con dos cabezas”.

NT: ¿Cree que se ha dejado algo por hacer?

SS: Me he dejado todo, porque nunca miro hacia atrás. Una vez hecho, te sientes orgulloso de tus criaturas, pero siempre miro hacia delante y siempre pienso que lo mejor, lo más bestia, lo más potente y lo más nuevo, está por venir. De hecho, la ‘Feria de los Horrores’ será tremenda, y creo que será el mejor show porque va a ser el último.

NT: Hoy es el Día Mundial del Circo. ¿Qué le gustaría expresar en un día como hoy?

SS: El circo es una de las artes más amables que hay. Es decir, es el único show que da cabida a cualquier otro arte. Por ejemplo, en ‘Requiem’ hay una cantante de ópera, y eso no encaja en cualquier otro show. Hay danza argentina, hay acrobacias y puestas en escena súper teatrales o que tienen que ver mucho con la danza o con la música. 

El Circo abre la puerta a otras muchas artes y combina todo tipo de elementos. Hoy en día ha evolucionado tanto, que es capaz de aglutinar, mimar, cuidar y jugar a mil cosas. Otras artes, no. El teatro es teatro; la música, música es; o la danza, es danza; mientras que el circo es capaz de tomar momentos de todas ellas, y hacer un show con todas estas tendencias. Y yo estoy orgulloso de mi circo, de cómo lo planteo, de mi granito de arena, de mi aportación, y del circo en general.

“El circo es una de las artes más amables que hay: abre la puerta a otras muchas artes y combina todo tipo de elementos, como el teatro, la música o la danza”.

NT: Suso Silva, muchas gracias por atender a NoticiasTrabajo, enhorabuena por lo recorrido durante estos 20 años y estaremos expectantes a lo que esté por venir.

SS: A todos los ínfimos, pecadores y lujuriosos de todo este puñetero país, os esperamos en la última propuesta: ‘Requiem, Sinfonía final’.