Adiós a los polvos de talco. Básicos en los neceseres infantiles, la multinacional Johnson & Johnson ha sorprendido con una decisión comercial que ha dado la vuelta al mundo. Así lo ha recogido la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), avisando que la compañía ha retirado del mercado europeo, voluntariamente, su gama de productos que utilizaba este ingrediente.
¿El motivo? Una supuesta vinculación de su uso con el cáncer de ovarios, tras muchos años de demandas que manifestaban esta relación. No obstante, Johnson & Johnson ha querido dejar claro que sus productos son seguros. Pero, aun así, han querido retirar los polvos de talco a partir de 2023, sustituyéndolo por otro ingrediente “menos controvertido y más sostenible”: el algodón de maíz.
Lo cierto es que la multinacional ya había dejado de vender los productos de 'Johnson's Baby Powder' en Estados Unidos y Canadá, acumulando casi 38.000 denuncias de consumidores por presuntos riesgos para la salud. En concreto, las acusaciones proceden de pacientes con cáncer de ovario que sitúan a los polvos de talco de su marca como responsable de la enfermedad tras haberlos usado durante décadas para su higiene íntima.
¿Contaminación con asbesto?
Tal como explica la OCU, la relación entre los polvos de talco y el cáncer de ovario se construye por el hecho de que el talco, como materia prima, puede estar contaminado o mezclado con asbesto. Este, también conocido como amianto, es una sustancia que sí se considera cancerígena.
¿De dónde surge esta contaminación? El polvo de talco se obtiene mediante la pulverización del mineral de talco, que está compuesto de magnesio y silicatos. Bien, el citado asbesto es otro mineral que se encuentra de forma natural, compuesto también de silicatos, encontrándose juntos en las minas y, de ahí, la posibilidad de que se contaminen.
Aunque tradicionalmente se ha asociado con el cáncer de pulmón, ahora se está debatiendo su vinculación con el de ovarios. De hecho, Johnson & Johnson ha perdido varios juicios por demandas por este motivo. También conviene recalcar que, durante los últimos años, se ha recomendado no usar el polvo de talco en los productos del cuidado de bebé, ya que sus pequeñas partículas pueden ser inhaladas por los mismos, pudiendo ser perjudicial para los pulmones.
Aunque en España y otros países los polvos de talco nunca se han asociado con el cuidado de la higiene íntima, en Estados Unidos sí es que de lo más habitual. Al contrario, sí que se emplea generalmente como ingrediente de cosméticos, especialmente en los maquillajes en polvo y las sombras de ojos.
Una indemnización millonaria
En 2017, un tribunal de Los Ángeles condenó a la farmacéutica con el pago de 417 millones de dólares, unos 354 millones de euros entonces, por considerarla la responsable de un cáncer de ovario terminal diagnosticado a una mujer de 63 años. También se condenó a la compañía por no advertir adecuadamente del riesgo asociado a los artículos con polvo de talco y su uso continuado.
Basándonos en los últimos estudios, recoge la OCU, no hay evidencia científica que relacione la aplicación de polvos de talco en las zonas íntimas con el desarrollo del cáncer de ovario, aunque el último análisis más completo sí destaca que cabe la posibilidad de que el estudio “no tenga la potencia suficiente” para identificar un pequeño aumento del riesgo.
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