El Expediente Temporal de Regulación de Empleo (ERTE) de SEAT ya es una realidad. La cúpula directiva de la empresa española de fabricación de vehículos y los representantes sindicales de los trabajadores han llegado a un acuerdo para llevar a cabo este paraguas de protección del empleo ante la denominada crisis en el sector del automovilismo de los microchips y los conductores, que ha dejado bajo amenaza de muerte a la planta de Martorell.
Los datos concretos que se han acabado de perfilar en el documento que ya posee firmado por todas las partes el Departament de Treball de la Generalitat apuntan a que un total 11.348 trabajadores se verán afectados por las medidas desde este lunes 27 de septiembre hasta el próximo 30 de junio de 2022. Aunque esto podría variar, según las estimaciones diarias de materia prima para la construcción y montaje en las distintas líneas de producción, entre un mínimo de 482 a un máximo de 1.276 empleados.
Será el segundo ERTE que afronte SEAT en este 2021 ante la obligatoriedad de encontrar una línea fronteriza entre la difícil adaptación a un sector ahogado aún más tras la pandemia de Covid-19 y que continúa sin contemplar previsiones de mejora ni en esta segunda parte de 2021, ni a largo plazo, como vaticinó el presidente de la compañía, Wayne Griffiths, y la salvaguarda del empleo. Todo ello después de que el primero ya tuviera como diana a un mínimo de 550 contratados.
Mayores de 55 años y sin derecho a prestación por desempleo, excluidos
Los sindicatos han conseguido descartar que formen parte de este mecanismo a los trabajadores que tengan o superen los 55 años y a los que, por distintas razones, no estén en disposición de acceder al beneficio del subsidio por desempleo o paro. La intención es que resulte la mínima pérdida de ingresos para todas las partes.
Por ello, y siguiendo las directrices del anterior ERTE, SEAT ha asegurado que los que sí se vean afectados por este mecanismo cobren un 93% del salario bruto sumando la prestación y el sueldo abonado por la compañía. De no llegar a ese porcentaje, lo pondrá de su bolsillo.
Además, el plan social trazado también contempla la posibilidad de someterse voluntariamente a procesos de formación laboral, conservando el 100% salarial, para aquellos trabajadores que deseen continuar acogiéndose a la medida por necesitar de más tiempo.
Martorell, bajo mínimos
Se la circunstancia de que la demanda de modelos de Cupra y Seta ha recuperado los niveles previos al brote de la pandemia, por lo que, como se ha mencionado, se adaptará y calibrará diariamente el número de trabajadores en base a la existencia de semiconductores y microchips y el resto de componentes esenciales en la línea de producción, la que se verá más afectada.
Martorell, en Cataluña, sufrirá las mayores consecuencias. Su línea 1, la que produce los modelos Ibiza y Arona, reducirá a la mitad su actividad. La 2, la del León, Cupra o Formentor, variará entre un turno o medio de disminución según disponibilidad. La única que se mantendrá inmune será la 3, la que se encarga del Audi A1 y cuyo único turno no se verá afectado. De esta manera, y según informa SEAT, se prevé que se vean perjudicados una horquilla de 322 a 1.076 implicados en esta planta, del máximo total en España de esos 1.276, cuyo puesto espera ser cubierto con voluntarios o de forma rotatoria entre los contratados.
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