La píldora anticonceptiva es uno de los medicamentos más utilizados por mujeres en España y en todo el mundo por su eficacia como anticonceptivo, pero su impacto en la salud sigue generando debate. Sobre todo por sus efectos secundarios a medio y largo plazo.
El médico anestesista y divulgador científico, David Callejo, ha publicado un vídeo en sus redes sociales, donde aborda directamente la relación entre este fármaco y el cáncer de mama, una información que asegura no siempre se comunica con claridad a las pacientes que empiezan a tomarla.
Dos factores clave que aumentan el riesgo de cáncer de mama
Callejo explica que hay riesgo de sufrir cáncer de mama si se toma la píldora anticonceptiva y, aunque el riesgo es “pequeño”, viene condicionado por dos factores: la edad a la que se empieza a tomar y el tiempo de uso. “Más riesgo cuanto mayor seas y más riesgo a más tiempo usándola”, apunta señalando que, al dejar de consumirla, el nivel de riesgo disminuye “hasta casi el nivel de alguien que nunca la tomó”.
Así, el especialista compara este incremento con situaciones cotidianas que podemos vivir en nuestro día a día y que también puede aumentar ese riesgo, como por ejemplo que “es de una magnitud parecida a una mujer que tome un vino todos los días, a tener obesidad en la menopausia, a no tener hijos o tenerlos a partir de los 35 años”, asegura.
Beneficios de la píldora anticonceptiva
Más allá de la prevención de embarazos no deseados, la píldora se prescribe también por otros motivos médicos. Entre ellos, la regulación de los ciclos menstruales, la reducción de dolores asociados a la menstruación y el control de síntomas en casos de endometriosis o síndrome de ovario poliquístico. De hecho, Callejo recuerda que la píldora también tiene beneficios clínicos, como “bajar el riesgo de cáncer de ovario y de endometrio”.
Estas ventajas han convertido al anticonceptivo en una herramienta habitual en la práctica ginecológica, lo que explica que su uso se mantenga estable entre las mujeres. Sin embargo, el profesional insiste en que la clave está en que cada mujer debe recibir la información adecuada según sus necesidades y características. “Antes de tomarla, habla siempre con tu ginecóloga o tu matrona que valore en tu caso y te expliquen los pros y los contras”, advierte.
