Muchas personas se plantean estudiar una oposición para conseguir un puesto como funcionario, pero desisten al pensar que son necesarios muchos años de preparación para aprobarlas. Sin embargo, el caso de Damián Díaz, un joven de 27 años, demuestra que esto no siempre es así. En un año y dos meses de estudio logró su plaza como administrativo C1 en el Instituto Nacional de Estadística (INE) preparando una oposición que él mismo define como “un poco desconocida” a la que se puede acceder con título de Bachillerato.
En una entrevista concedida a NoticiasTrabajo, Díaz ha explicado cómo fue su recorrido hasta conseguir la plaza. “He pasado por varias, empecé ya a prepararme la Guardia Civil y después al año cambié y ya estuve 1 año y dos meses”, relató.
Su decisión de opositar estuvo motivada por la búsqueda de estabilidad laboral: “Era militar y a los 45 años sabía que me iba a la calle si no ascendía o me hacía permanente”, explicó. Tras valorar opciones, un amigo le informó sobre esta rama y decidió presentarse. “La Guardia Civil me interesaba y después ya un amigo me informó y ya quise coger esta rama, y nada aprobé”.
Un sueldo estable y seguridad financiera
El funcionario reconoce que parte de su éxito para conseguir plaza tan rápido se debió en parte a que no era una oposición muy concurrida. “Era una oposición un poco desconocida. Estaba preparándome el AGE, me presenté y tuve suerte”, aseguró.
Sobre sus condiciones laborales actuales, Díaz explica que su salario como C1 ronda entre 1.500 y 1.600 euros mensuales. Aunque reconoce que “como está la cosa está todo muy caro”, destaca la tranquilidad que aporta tener un empleo público. “Te da la tranquilidad, ya sabes que no te va a faltar ese sueldo y si vas a una hipoteca o vas a cualquier sitio te la dan, tienes esa seguridad”, explicó.
En qué consiste su trabajo en el INE
En cuanto a su labor diaria, Díaz se ocupa de recopilar precios en distintos comercios para reflejar la evolución del coste de vida. “Yo llevo la recogida de precios, van saliendo cada trimestre”. De manera mensual, Damián debe comprobar cómo ha evolucionado el precio de cada uno de los artículos que tiene asignados. “Cada mes paso por la misma tienda a recoger ese artículo. En caso de que ese artículo ya no esté disponible, pues tomo otro similar y se estudia el precio de ese artículo en concreto”.
La recogida abarca todo tipo de bienes de consumo, aclara el funcionario. “Ahora vengo de una papelería a coger un bolígrafo” pero también se incluyen desde productos perecederos hasta ropa y calzado, que después se incluirán en la estadística del INE para determinar la subida o bajada de precios.

