La frustración de no encontrar trabajo no entiende de edades. Aunque, a menudo, se habla de edadismo en el mercado laboral, los jóvenes siguen encontrando dificultades para ser contratados, incluso cuando ya cuentan con experiencia y están dispuestos a trabajar en cualquier ámbito. Es el caso de Noelia Monroy, quien ha denunciado la situación tan delicada que le está tocando vivir.
“Llevo un total de 214 currículums enviados. Los que me han dado respuesta, todos han sido rechazados. ¿Por qué es?”, se lamenta frustrada, asegurando que no se ha limitado en enviar su CV a grandes empresas o a alguien en especificado, sino que está “tirando de hostelería, ‘housekeeping, panadería… de todo lo que lo que te puedas imaginar”.
Está tan centrada en buscar trabajo, de lo que sea, que incluso muestra un documento Excel donde va apuntando todo. “Cada día es sentarme frente al escritorio, enviar currículum tras currículum, mirar si hay alguna nueva oferta en LinkedIn, en InfoJobs, en Job Today… en cualquier plataforma que te imagines”, asegura, dejando claro que está poniendo todo de su parte, pero sin suerte.
“¿Soy muy mayor ya? ¿Con 28 años ya no sirvo para trabajar o qué pasa?”
Tal es el empleo de Noelia que cuenta que revisa continuadamente si tiene algo mal en el currículum, “si tengo que cambiar algo, si puedo hacerlo en otro idioma…”. Pero, al menos en el momento del vídeo, nada daba resultado: “¿Qué pasa? ¿Soy muy mayor ya? ¿Con 28 años ya no sirvo para trabajar o qué pasa?”, manifiesta.
Sobre la dificultad de encontrar trabajo, critica que existe rigidez en el mercado laboral, donde te descartan de contado por la falta de formación específica, incluso aunque sea fácil de aprender. “Llevo trabajando desde los 16 en hostelería, pero a lo mejor hay algo que no he hecho. Pues, preparación de cócteles, sí que lo he hecho, no profesional, pero que también lo he hecho, ¿vale? Estoy poniendo un ejemplo y como no estoy especializada…”, denuncia, manifestando que se descarta a muchos candidatos por aspectos superficiales.
“Tampoco se me puede formar para housekeeping, por ejemplo, en el extranjero. ¿No sé poner a lavar unas sábanas? ¿No sé limpiar una habitación? ¿No sé hacer una cama? ¿No se me puede dar formación? ¿No se me puede dar una oportunidad para trabajar? Estoy muy quemada”, concluye, poniendo el foco en la frustración con la que tienen que lidiar muchos desempleados a diario.

