La Confederación Sindical Independiente (Fetico) ha comunicado a las plantillas de las grandes cadenas de restauración organizada que ya se ha constituido formalmente la mesa negociadora del convenio colectivo estatal de marcas de restauración moderna, entre las que se encuentra McDonald's, Burger King y VIPS. El sindicato sitúa el alcance del marco en un sector que emplea a más de 50.000 personas en España y asegura que las conversaciones efectivas comenzarán el lunes 2 de febrero de 2026.
La negociación se abre en el tramo final de vigencia del primer convenio estatal del subsector, aprobado con efectos de 2022 a 2025. El texto, que nació para regular a empresas de gran implantación y operativa homogénea bajo marca, fija su finalización el 31 de diciembre de 2025, salvo prórroga expresa, según la resolución publicada en el BOE.
El convenio fue además avalado por la Audiencia Nacional en 2023 tras una impugnación de sindicatos autonómicos, en una sentencia que subrayó diferencias organizativas entre estas cadenas y la hostelería tradicional.
Aunque el número de personas afectadas por este convenio es una fracción del empleo total de la restauración, el movimiento tiene un peso simbólico y económico por la visibilidad de las marcas y la capacidad de arrastre en prácticas laborales. En términos agregados, la restauración superó de media los 1,4 millones de trabajadores en 2024, con crecimiento interanual, según datos divulgados por Hostelería de España a partir de registros oficiales.
En su comunicado, Fetico afirma haber acreditado más de un 20% de representatividad en la reunión constitutiva y se presenta como el sindicato “más representativo” del sector. La organización reclama un proceso guiado por «buena fe, transparencia y diálogo social efectivo» y anticipa una “hoja de ruta” centrada en mejoras económicas, con especial énfasis en el incremento de las condiciones salariales, además de medidas de conciliación, igualdad y salud laboral.
La mesa negociadora llega, además, con antecedentes de conflictividad jurídica y sindical en torno a la configuración del subsector y su encaje frente a los convenios provinciales de hostelería, un debate que ya estuvo en el origen del primer acuerdo estatal.
En este nuevo ciclo, las claves previsibles estarán en la actualización salarial y en la ordenación del tiempo de trabajo (turnos, disponibilidad, descansos y planificación), ámbitos especialmente sensibles en un sector con alta rotación y fuerte presencia de jornadas parciales.
Hasta que haya acuerdo, el marco vigente seguirá siendo la referencia práctica para las empresas y las plantillas, a la espera de que la mesa concrete calendario, prioridades y, en su caso, una propuesta cerrada que termine registrándose y publicándose en los canales oficiales, como ha ocurrido con las revisiones salariales previas del convenio.
