Marta es dependienta y ha lanzado un mensaje reivindicativo sobre la realidad de trabajar de cara al público, donde ha denunciado la ausencia de incentivos por parte de los empleadores, en comparación con otros entornos laborales, es la principal causa de desmotivación.
Marta comienza su alegato describiendo una rutina laboral que exige gran disponibilidad, asegurando que “la gente que somos dependientes en las tiendas creo que tenemos muy pocos incentivos y poco nos quejamos”. La trabajadora enumera los sacrificios diarios del gremio en los que se trabajan los días “festivos”, “hacemos horas extras, trabajamos fines de semana, casi nunca salimos a la hora”, explica, y “nos van cambiando a veces de tienda”, otro factor más que provoca desgaste emocional. Es por eso que la dependienta ha cuestionado la falta de compensación emocional ante este esfuerzo.
La comparativa con las oficinas: “no hay ningún tipo de incentivo”
Marta manifiesta en sus redes sociales que, frente a estas condiciones, “no hay ningún tipo de incentivo”, estableciendo una comparativa directa con su entorno cercano. “Yo tengo amigas que trabajan en oficinas y tienen cenas de Navidad, cestas de Navidad”, explica, lamentando que en su sector “es que nada”.
Ha subrayado la diferencia de cultura corporativa, señalando que en otros trabajos “tienen team buildings, actividades, convenciones”, dinámicas que facilitan que los compañeros se conozcan entre sí y el ambiente laboral sea estimulante. Sin embargo, describe su realidad con contundencia, en la que asegura, "no hay nada motivador de trabajar, de dependiente de cara al público”.
Un sector “poco agradecido” y salarios que no garantizan una vida digna
La empleada califica su ámbito profesional como “un sector tan poco agradecido a tantos niveles” y hace un llamamiento a las compañías, sugiriendo que “muchísimas empresas deberían aprender a que nosotros también tenemos que ir motivados cada día al trabajo”.
Marta advierte que esa motivación es necesaria “más allá de ganar un sueldo”, el cual critica duramente afirmando que apenas “nos va a permitir poder tener una vida digna y normal”.
La joven expresa su frustración al sentir que “este también es un sector que está súper poco valorado”. Una situación que confiesa, “da muchísima rabia”. Concluye con un mensaje para recordar que a todo esto se suma “todo lo que también tenemos que aguantar nosotros cada día”.
