Las vacaciones de verano, la imposibilidad de conciliar el trabajo con la vida familiar y la importancia de una corresponsabilidad mal entendida, ha llevado a Laura Baena (44), fundadora del Club de las Malasmadres, a escribir en su cuenta de Instagram la ‘carta de una malamadre superviviente’. En este texto refleja la realidad de miles de madres que se ven obligadas a hacer malabares con los horarios, los abuelos, los campamentos de verano y el teletrabajo para conciliar los “más de 80 días sin colegio”.
La carta empieza explicando lo que es el día a día normal para las madres trabajadoras que, como ella, deben hacerse cargo de cuidar a sus hijos pero, además, no pueden desatender sus obligaciones laborales. “Son las nueve de la mañana, me he despertado a las siete para trabajar en pijama y ahora, tengo a mi pequeña de 5 años que no quiere separarse de mí”.
Una realidad que sucede en miles de hogares españoles. Porque, en ausencia de rutina escolar, los pequeños a veces no entienden que sus padres deben trabajar, como hacen durante todo el año. En el momento en que escribe el post, la niña quiere ir al parque pero “tengo la primera reunión de equipo a las 10”.
El caso de Laura Baena es diferente: “tengo la suerte de haber creado mi propio modelo de trabajo, con flexibilidad (horaria) y teletrabajo, pero siento que no cuido bien y tampoco trabajo bien así que estos días la ansiedad me visitará”.
“Hemos sobrevivido a los Juegos de la Conciliación Verano 2025”
Con un toque de humor, como suele hacer en muchas de sus publicaciones, la fundadora de las Malasmadres califica estos meses como los Juegos de la Conciliación Verano 2025 matizando que este peso es “invisible para las personas sin hijos”.
“Nos juzgan si hacemos la cuenta atrás para que llegue el colegio. Llegan madres o madres perfectas (nikitas) cuestionando nuestro amor de madre y diciendo que para qué hemos sido madres”, señala. “Queda claro todo lo que queda por avanzar, porque no se ponen en nuestra piel”.
Muestra de los problemas que existen para conciliar y que en algunas ocasiones terminan con un ‘búscate la vida’ por parte de las empresas, “hemos tenido que enlazar campamentos, vacaciones, abuelas, teletrabajo, para poder cuadrar los más de 80 días sin colegio y hacer que nuestras niñas tuvieran el mejor verano posible, no un verano perfecto”.
Pero ahora, llega el mes de septiembre y las clases no comienzan hasta mediados de mes. “Quedan 10 o 15 días para que las familias conciliemos como podamos, unos días en los que tendremos que tirar de abuelos, pagar campamentos o teletrabajar, coger vacaciones, permisos sin sueldo o cuidadoras”.
La política se olvida de las familias y las empresas ponen obstáculos
Laura Baena explica que “no existe una fórmula mágica” ya que este comienzo de curso viene con las mismas necesidades con las que terminó el pasado. “Con la memoria de un permiso parental sin remunerar de una política que se olvida de las familias, de empresas que ponen obstáculos y ensalzan el ‘apáñatelas como puedas’ y una sociedad que sigue sin ser consciente de este asunto es un problema de todas y todos”.
Además, reivindica su derecho a “contar los días que quedan para la vuelta al cole ya que por suerte o por desgracia es la manera que tenemos la mayoría de las familias para poder conciliar y volverán las prisas, los horarios imposibles, pero nosotras lucharemos porque este modelo cambie y sea sostenible para la vida, para criar y ser madres sin perder la salud mental”.

