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La nueva medida de Alemania para solucionar la falta de trabajadores: ofrecen 2.000 euros libres de impuestos a jubilados que quieran seguir trabajando

La iniciativa forma parte del paquete de reformas que el Ejecutivo ha vendido como ‘otoño de reformas’ y entrará en vigor el 1 de enero de 2025.

Jubilado trabajando
Jubilado trabajando |ENVATO
Ana Cara
Fecha de actualización:
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Desde que en mayo fuese elegido para ocupar la cancillería alemana el democristiano, Friedrich Merz, su gobierno ha llevado a cabo una serie de reformas y propuestas, la más reciente: 2.000 euros al mes libres de impuestos fiscales para los jubilados que se reincorporen al mercado laboral. La medida, denominada “plan de pensión activa”, pretende solucionar la escasez de mano de obra que asedia la economía más importante de la zona euro.

Esta iniciativa, parte del paquete ‘otoño de reformas’, que ha presentado el Ejecutivo en coalición con los socialdemócratas, entrará en vigor el 1 de enero y se disponen a aprobarla con el objetivo de retener la experiencia y el conocimiento en las empresas y elevar la tasa de empleo en un país con una transición demográfica estancada, como recogen desde Xataka. 

Cuál es el incentivo fiscal 

Los jubilados con ingresos de hasta 2.000 euros mensuales no pagarán impuestos fiscales. Sin embargo, la norma no elimina las cotizaciones, puesto que, tanto empleados como empleadores abonarán las contribuciones sociales sobre esos salarios. Con esta propuesta, el Ejecutivo considera que la contribución reforzará la sanidad y las pensiones, así como también la liquidez de las empresas con estas incorporaciones a la plantilla. 

Los que optan por dejar de trabajar antes de los 67 años, a los 63, mantienen sus ventajas igualmente. Lo que el cambio pretende es ofrecer un incentivo fiscal para que quien quiera continúe en el mercado laboral. 

Cuál va a ser el coste público 

No recaudar estos impuestos supondrá una pérdida de 890 millones de euros al año desde que entre en vigor, según afirman desde el propio Gobierno, aunque algunos institutos, como el IW Institute, consideran que hay demasiado optimismo en esta cifra, situando el coste anual más próximo a los 1.400 millones y a unas 340.000 personas como potencialmente beneficiarias.

Algunos economistas, como Holger Schmieding señalan que la pérdida fiscal inicial puede verse compensada con el aumento de la actividad económica y de las cotizaciones, traduciéndose en un impacto neto positivo en dos o tres años. 

Experiencias similares en otros países 

El gobierno alemán ha tomado como referencia el ejemplo de Grecia, en concreto el de la política ejecutada en Atenas en el año 2023, que permitió a los jubilados mantener de forma íntegra su pensión y paralelamente, tributar a un tipo reducido del 10%. Así, este grupo pasó de 35.000 en 2023 a más de 250.000 en septiembre del año siguiente. Este ejemplo ilustra el potencial de los incentivos fiscales para movilizar a los mayores. 

¿Puede perjudicar a los jóvenes?

Esta decisión puede resultar doblemente arriesgada. Por un lado, puede penalizar a los jóvenes que comienzan su carrera si las empresas deciden contratar a personal que trabaje por una nómina más baja y con más experiencia, como es el caso, lo que contribuiría a precarizar más aún el mercado laboral.

Y por otro, si a esta oferta se adhieren muchos candidatos, podría tensionar las cuentas públicas del estado que, ya se encuentra en un momento crítico por el coste de los sistemas sociales.

La respuesta al envejecimiento y a la falta de mano de obra podría resultar pragmática, pero su eficacia dependerá del grado de adhesión y de cómo se coordine esta medida con otras políticas de formación y conciliación para otros grupos de población.