La actitud que se tiene en el trabajo puede marcar la diferencia. Y, si no, que se lo digan a Dona Morris, vicepresidenta ejecutiva y directora de Recursos Humanos de Walmart, la famosa cadena de grandes almacenes. ¿Por qué? Según esta ejecutiva, hay un comportamiento que es una auténtica ‘red flag’ de que un empleado no llegará muy lejos: cuando alguien es un “Debbie Downer”.
Este término hace referencia al personaje ficticio del famoso programa Saturday Night Live, conocido por manifestar siempre pensamientos negativos. Y es que aquí está clave. Según la vicepresidenta, “nadie quiere contratar a una Debbie Downer”, que son aquellas personas “constantemente negativas”.
Como cuenta a la ‘CNBC’, estas personas “sabes que van a aparecer y que van a traer el problema, nunca la solución”, añadiendo que “me gusta la gente que trae el problema y una sugerencia sobre cómo podría resolverse”. Asimismo, asegura que este tipo de personas son pesimistas y comparten opiniones negativas sobre las ideas y los objetivos de los demás.
También suelen ser un obstáculo para los nuevos proyectos y perspectivas, lo que les impide establecer las conexiones necesarias para ascender en la empresa o para que sus jefes y directivos confíen en ellos a la hora de darle nuevos proyectos.
“Solo te apoyará hasta cierto límite”
Sobre las personas “Debbie Downer”, la neurocientífica Juliette Han, formada en Harvard también explica a la ‘CNBC’ que no son del todo buenos compañeros, ya que “solo te apoyará hasta cierto límite”. “Necesita que te mantengas bajo su control y podría desanimarte a conocer gente nueva en la empresa o a embarcarte en nuevos proyectos si eso no le beneficia directamente”, señaló al respecto.
Sobre todo esto, la ejecutiva Morris matiza que esto no quiere decir que haya que fingir un “optimismo tóxico”, fingiendo que todo va bien todo el rato, ya que esto no sería natural, especialmente cuando se atraviesan circunstancias difíciles.
Las cualidades que tienen los empleados con éxito
Al contrario, la vicepresidenta de Walmart también expone cuáles son las cualidades que diferencian a los empleados más exitosos de los que no lo son. En primer lugar, se valora a los trabajados que dan “lo que se espera” que den “en el momento en que se espera”. Sobre esto, añade que “es mejor entregar antes que tarde, y es mejor entregar más que menos”.
Otra señal positiva es que “están abiertos a las oportunidades y se ofrecen para asumir más responsabilidades”, al igual que “plantean un problema con la solución o solicitan ayuda de manera oportuna, en lugar de esperar a que se produzca una catástrofe”.
La última señal de que se está ante un gran empleado y, por tanto, con altas posibilidades de ascender, es cuando está dispuesto a ayudar a otros compañeros, compartiendo todo lo que han aprendido. “Las personas que ves que realmente están ayudando a los demás son una señal totalmente positiva”, concluye.

