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Inés Rodrigo, médica residente: “cobro 500 euros por una guardia de 24 horas en fin de semana, pero el precio real lo pago con mi salud física y mental”

Esta residente aclara que no es una heroína y “ni quiero serlo”, pero que las decisiones de los médicos influyen en la salud de las personas y, por ello, hay que cuidar las condiciones en las que trabajan.

Inés Rodrigo, R4, en escenas de su vídeo
Inés Rodrigo, médica residente: “cobro 500 euros por una guardia de 24 horas en fin de semana, pero el precio real lo pago con mi salud física y mental” |TikTok
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:
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Una de las reivindicaciones más repetidas por los sanitarios españoles es el fin de las guardias de 24 horas. Así como el hecho de que estas horas no se contabilicen de cara a la jubilación o que no se perciba un plus de nocturnidad durante las mismas, cuando hay franjas en las que se trabaja de noche. A esto, según el sector, se suma unas retribuciones que deberían ser más altas y la situación de inseguridad en la que se están encontrando cada vez más profesionales, subiendo el número de agresiones en 2024 por cuarto año consecutivo.

En relación con esto, ha reflexionado Inés Rodrigo, una médico residente (R4) que ha querido reflejar el verdadero precio que se paga al realizar una guardia de 24 horas, pagándolo con su salud física y mental. “Sí, cobraré 500 euros por una guardia de 24 horas en fin de semana, pero no podré estar con mis seres queridos, pero llevo 10 años formándome para conseguir ser médico especialista y aún me queda un año, pero tendré que seguir estudiando en mi tiempo libre para poder atenderte mejor. Pero estaré 24 horas metida en un hospital viendo desgracias y sin ver la luz del sol”, comienza relatando rotunda.

Respecto a la disponibilidad, añade que no puede planear “ni un cumpleaños, ni una escapada, ni una cena sin mirar primero mi calendario de guardias”, al igual que tampoco puede hacer planes un viernes porque tiene “guardia al día siguiente, ni el sábado porque tengo guardia, ni el domingo porque estaré durmiendo”. Esta sobrecarga es una queja común del sector, poniendo como ejemplo Rodrigo que la jornada laboral semanal puede superar las 90 horas.

“No, no descansaré 5 días postguardia, al día siguiente estaré trabajando”

Uno de los datos más significativos que aporta esta médica residente es que las horas de guardia no computan de cara a la jubilación: “estaré trabajando 24 horas seguidas que ni siquiera cotizarán para mi jubilación”, al igual que tampoco cobran un plus de nocturnidad “pese a estar toda la noche trabajando”.

También aclara que, tras la guardia, no se tienen 5 días o más de descanso, sino que tienen que volver a trabajar: “no, no descansaré 5 días postguardia. Al día siguiente, a las 8 de la mañana, estaré trabajando. Incluso hay a quien no le respetan ese descanso postguardia”, al tiempo que añade que “a veces no podré descansar ni 5 minutos, pero estaré atendiéndote cuando mi cabeza y mi cuerpo no pueden más”.

Sobre los residentes: “somos la base del sistema sanitario”

Con su vídeo, publicado en su cuenta de TikTok (@medicinaconines), esta residente aclara que no pretende quedar de heroína, “ni quiere serlo”, pero sí informar de que sus decisiones “influyen en la vida y en la salud de otras personas”. “Mucha gente piensa que los residentes nos quejamos de vicio, que somos unos privilegiados por ser pagados aunque estemos aprendiendo, pero lo que no saben es que nosotros somos la base del sistema sanitario”, añade.

En relación con las guardias de 24 horas, también quiere hacer ver que estas no son justas ni para los médicos ni para los propios pacientes. “Sí, cobro 500 euros por una guardia de 24 horas en fin de semana, pero el precio real lo pago con mi salud física y mental”, reitera. En la descripción del vídeo, también añade que esta situación no es una queja per se, y que sabe que “hay realidades mucho más duras” y está “muy agradecida” de la vida que tiene: “tengo vocación, un trabajo que me gusta y un sueldo que me permite vivir tranquila. Pero romantizar nuestra situación tampoco ayuda. Porque ser residente y ser médico no es un camino de rosas… tiene también sus cosas duras, sus sacrificios y su presión”, concluye.