La falta de mano de obra o de cualificación de esta continúa siendo un problema de notoriedad en España, como atestigua el informe ‘Medidas para hacer frente a escasez de mano de obra: lecciones para la política futura’, elaborado por el órgano consultivo Eurofund, y que vuelve a alumbrar la escasa empleabilidad de los trabajadores del país. Como muestra, los departamentos de recursos humanos afirman tener dificultades para satisfacer gran parte de los puestos de trabajo. Choca con que más de un 20% de la población activa española se encuentra infrautilizada laboralmente.
No obstante, España es el país de los 27 que conforman la Unión Europea con el mercado laboral más holgado, que indica la diferencia entre la cantidad de empleo que buscan o desearían los trabajadores y los puestos que oferta el mercado. Es decir, el más desajustado. El 21% de la población activa en España desearía o estaría dispuesto a trabajar más de lo que ofrece el mercado. Esta cantidad representa a los trabajadores en paro, empleados a tiempo parcial, pero a los que les gustaría trabajar más horas; los que buscan un trabajo, pero no presentan disponibilidad inmediata; y los desempleados que están dispuestos a trabajar, pero no buscan empleo.
Esta problemática afecta con generalidad a Europa, pero con causas muy diversas. Tras la pandemia de Covid-19, junto con las actuales tendencias demográficas “han agravado la escasez de mano de obra en la UE, hasta el punto de que la tasa media de vacantes alcanzó en el tercer trimestre de 2022 máximos históricos del 3% de media y casi un tercio de los empleadores comunitarios aseguran que esta falta de trabajadores limita su producción y la prestación de servicios”, explica el informe.
La paradoja laboral de España
A mayor mano de obra, más paro. Algo que también le ocurre a otros países como Bulgaria, Croacia, Grecia, Irlanda, Lituania, Polonia, Portugal, Rumanía y Eslovaquia. Todos ellos son los que muestran menos vacantes, por debajo del 2%. En la media comunitaria, el 3%, estarían Chipre, Estonia, Finlandia, Hungría, Italia, Letonia, Luxemburgo, Malta, Eslovenia y Suecia. Finalmente, con una tasa de vacantes de más del 4%, Austria, Bélgica, Chequia, Alemania y Países Bajos representan el grupo donde la lucha de talento es más intensa.
En España o Italia, señala el informe, “el problema no es tanto de número de vacantes, sino de la falta de encaje entre la mano de obra disponible y las vacantes existentes en las empresas”. Sin embargo, España es el país más desajustado. O, en otra posible lectura, donde es más evidente la falta de talento. Algo que ya evidencian nueve de cada diez empresas. Entre los motivos para ello se encuentran que no existan esos perfiles laborales, que haya escasez o que no sea fácil encontrarlos.
Empleos con alta demanda en España
La construcción, la agricultura o la hostelería, la cadena de suministro en general (almacenamiento, logística, reparto, entrega de última milla), son los sectores con mayor oferta de empleo, pero, a pesar del gran número de parados que existe en España, donde la mano de obra precisamente no escasea, no se consigue satisfacer. Esto provoca que, en muchos casos, se tenga que acudir a buscar trabajadores a países extranjeros. Uno de los motivos que se señala es que, a veces, es imposible cubrir una demanda de empleo tan alta. No existen tantos trabajadores.
El aumento de la oferta del mercado laboral de determinados sectores también aumentó tras el fin de las restricciones, al haber encontrado trabajadores de este sector empleos con mejores condiciones que en esta actividad. Este es otro de los factores que tienen respuesta al porqué. Así como las competencias digitales, que con el imparable avance de la digitalización y su implantación en la inmensa mayoría de los trabajos, se están convirtiendo cada vez en competencias más básicas, al ser cada vez más transversales y necesarias en distintas áreas.
Otra posible causa que se señala responde a la siempre alta demanda de profesionales tecnológicos con altas capacitaciones técnicas. Además, como otros sectores con alta demanda de trabajadores, se encuentran las profesiones mecánicas tradicionales, como los soldadores, matriceros, freseros o mecatrónicos. Así como los nuevos perfiles relacionados con las energías renovables o la movilidad eléctrica o la construcción.
Lo más leído
-
Ni 65 ni 67 años: esta será la nueva edad de jubilación a partir del 1 de enero
-
Una empleada con 68 años pierde su pensión de jubilación tras haber cotizado más de 21 años a la Seguridad Social
-
Una jubilada de 74 años con una pensión de 1.050 euros obligada a trabajar para ayudar a su familia: “es lo que toca”
-
Una mujer descubre que a su marido le habían tocado más de 100.000 euros en la lotería y se lo había estado ocultando
-
Precio de la luz mañana, 3 de enero de 2025, por horas: cuándo es más barata y más cara
-
Un empleado de un supermercado consigue jubilarse a los 82 años después de que un hombre le donará 173.000 euros: “tengo ganas de llorar…”