Los trabajadores de Telefónica se han opuesto por unanimidad a la revolucionaria jornada laboral de cuatro días. Aquella, incluso, que cuenta con el respaldo de distintos sectores del Gobierno de coalición, especialmente por parte de Unidas Podemos. El principal motivo que ha impulsado esa negativa ha sido la reducción salarial aparejada a la medida.
Según los propios empleados y su representación sindical, aunque la proposición se contempla de buen grado en materia de conciliación familiar, esa bajada de sueldo es inasumible en tiempos de crisis e incertidumbre económica como la actual, con una inflación histórica. El Índice de Precios al Consumo (IPC) cerró junio en el 10,8%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Es decir, que la semana laboral de cuatro días ofrecía más contra que pros en la balanza de su decisión final, a tan solo cuatro días de que finalice el plazo de adscripción voluntaria al plan, al que apenas se ha apuntado un 1% del grueso de los 18.000 empleados con los que cuenta la plantilla de la filial ubicada en España. A esa disminución del sueldo por la reducción de horas de trabajadas se une, además, otra en las cotizaciones sociales, consecuentemente.
Jornada laboral de cuatro días de Telefónica: un 16% menos de sueldo
Es la última propuesta de la empresa, siempre en la delantera de las últimas iniciativas vanguardistas surgidas tras la pandemia del nuevo coronavirus. Aunque se está empezando a gestar para comprobar su nivel de aceptación en las distintas empresas del nacional, Telefónica ha sido la primera en desempolvarlo oficialmente en España. Esta se une a otras como el teletrabajo de dos días o el modelo laboral de movilidad SmartWork, para comerciales e ingenieros.
Ya en el pasado octubre de 2021 comenzó una prueba piloto del programa actual, a la que se apuntaron cerca de 150 empleados. Ese periodo de vigencia decidió alargarse tras las negociaciones llevadas a cabo por la plantilla y la cúpula directiva para que se extendiera desde el 9 de junio hasta el próximo 15 de julio. Sin embargo, apenas unos diez trabajadores más se han sumado al listado de desde hace siete meses.
El vuelco a la situación económica está resultando diferencial. Las medidas estatales para hacer frente al sobrecoste sin precedentes de la factura de la luz, los carburantes o la cesta de la compra se están mostrando insuficientes, por lo que los trabajadores no consideran el momento de sacrificar ese 16% menos de salario que recibirán a cambio de trabajar cinco horas y media semanales menos.
La Jornada Semanal Flexible Bonificada ofrece trabajar cuatro días a la semana, un total de 32 horas en lugar de hacerlo cinco con 37,5 horas. Eso conlleva el mencionado recorte salarial, que la empresa bonifica con un 20% de descuento. Es decir, que paga alrededor de una hora. Algo que los sindicatos negociadores, UGT y CCOO, ven insuficiente.
Telefónica: la jornada laboral de cuatro días comienza en septiembre
De esta manera, aquellos que acaben inscritos en la Jornada Semanal Flexible Bonificada, verán como su nueva distribución de la jornada laboral se hará efectiva a partir del 1 de septiembre y finalizará el 31 de diciembre de 2022. Aunque la intención de la empresa es prorrogarla de forma anual a partir de enero de 2023, como ya se contempló en la prórroga del II Convenio de Empresas Vinculadas (CEV), acordada con los sindicatos en 2021.
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