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Anna Possi, con 101 años, es la camarera más longeva del mundo: “Tras acabar la Segunda Guerra Mundial se inició en el oficio”

El Bar Centrale ahora luce en su fachada el título con el que le han condecorado por este récord.

Anna Possi es la camarera más longeva del mundo con 101 años.
Anna Possi, con 101 años, es la camarera más longeva del mundo: “Tras acabar la Segunda Guerra Mundial se inició en el oficio” |Informativos Telecinco
Ana Cara
Fecha de actualización:
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En España no existe una edad máxima de jubilación, a excepción de los funcionarios, que por ley están obligados a hacerlo a los 70 años. Los que alcanzan los años mínimos cotizados que exige la norma se pueden retirar a los 65, si así lo desean. Sin embargo, la figura del jubilado que continúa en activo, es cada vez más común, sobre todo en las generaciones que se han educado en la cultura del esfuerzo y en la idea de que el trabajo define la identidad personal. 

Tras décadas de dedicación continua, la jubilación se percibe más como una pérdida de propósito que como una aspiración. Así, muchas personas continúan dedicándose a lo que mejor saben hacer. Una de estas personas es Anna Possi, una camarera que está a punto de cumplir los 101 años y continúa trabajando en su bar en Nebbiuno en Italia. 

Madruga cada mañana para ponerse detrás de la barra

Anna se levanta cada mañana para abrir las puertas de su propio negocio, el Bar Centrale, que fundó con su marido hace 65 años. Enciende la cafetera para poner el café a sus clientes, una rutina que mantiene desde hace ocho décadas como ha declarado en una entrevista a Informativos T5, con motivo de la condecoración que se le ha otorgado por ser la camarera más longeva del mundo. 

Se inició en el oficio al acabar la Segunda Guerra Mundial: “En cuanto acabé de estudiar, me fui a trabajar con mis tíos que tenían restaurantes en Génova”. Su marido, también hostelero, falleció en 1974 y desde entonces ella ha mantenido a flote el local con vistas al Lago Mayor. La ‘nonna’, como la conocen, se ha convertido en toda una eminencia a la que visitan sus clientes desde siempre, ahora acompañados por sus nietos, aunque reconoce que muchas visitas se deben a su récord. 

“No sé cuánto duraré, pero tengo 101 años, ya no me queda mucho”

El 16 de noviembre es su cumpleaños y entre sus planes no contempla abandonar el negocio: “Esto es como una familia, no me parece un bar, me parece un lugar de encuentro”

En una entrevista al diario italiano La Reppublica, asegura que nunca ha tenido un día libre: “Esto no es un bar, sino muchas cosas: una oficina de turismo, un centro de información, un lugar donde se reparten recetas, un lugar de encuentro. ¿Y si alguien necesita ayuda el día de Año Nuevo?”. Ahí estará ella, disponible para quién la necesite.