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Almu Carrión (23 años), influencer, no se corta al hablar de su experiencia como cajera en Alcampo: “era espantoso, me salió urticaria del estrés”

La creadora de contenido ha relatado en un pódcast los peores momentos de su vida laboral al trabajar como cajera, camarera o teleoperadora antes de las redes sociales.

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Almu Carrión (23 años), influencer, no se corta al hablar de su experiencia como cajera en Alcampo |Montaje NoticiasTrabajo
Fernando García Ferrer
Fecha de actualización:
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La imagen pública de Almu Carrión es la de una influencer divertida y desinhibida, con 350 mil seguidores en Instagram y más de 500 mil en TikTok, pero detrás hay una historia de trabajos precarios y mucho sudor. Así lo ha contado ella misma en el podcast ‘La Influencia de Nacho Pla’, donde ha dejado claro que su vida laboral antes de Instagram fue cualquier cosa menos glamurosa.

“Yo he sido muchas cosas en esta vida”, recuerda Almu Carrión. “Lo que más he hecho es de camarera. He estado en bodas, en catering, pero lo que peor llevé fue la caja”, resume la creadora de contenido, donde asegura que vivió sus peores días laborales al trabajar como cajera de supermercado en Alcampo.

Lo que no se ve tras la caja

Su experiencia en Alcampo la describe como “espantosa”, marcada por las prisas, el estrés y la falta de empatía. “En ese supermercado te miraban la productividad, las cajas eran antiguas, cogías muchísimo peso y yo no podía pasar mucho tiempo de pie”. Asegura que terminó levantándose sonámbula por las noches, doblando el edredón, buscando etiquetas y códigos, como si no pudiera desconectar ni en casa.

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Almu Carrión en el podcast ‘La Influencia de Nacho Pla’

El sistema de control era asfixiante, ya que, según Almu, la empresa medía los segundos desde que pasaba el primer producto hasta el último. “Hacían movidas matemáticas y yo siempre iba la última, porque no podía más”, confiesa. La presión se multiplicaba por el trato del público: “Los clientes eran superbordes. Estás de cara al público y, si has pasado algo dos veces, te pelean. Si falta un descuento, te pelean”.

La influencer también denuncia una despersonalización total. Según cuenta, muchos clientes ni la miraban a los ojos, y sentía que para ellos “no existía”: “Podrías haber sido un fantasma y nadie se habría dado cuenta. Solo quieren hacer la compra y marcharse”, lamenta. A esto se le suma las condiciones laborales: “Además, eran turnos rotativos, no tenías vida, horrible”.

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Almu Carrión en Instagram | @almucarrion

No solo le afectó el ritmo y la presión, también la sensación de invisibilidad, lo que le ha hecho cambiar su forma de actuar con quien trabaja de cara al público: “Ahora voy mucho más consciente cuando hago la compra. Miro a los ojos y saludo, porque detrás de la caja hay personas como tú y como yo”.

De camarera a teleoperadora

Almu también recuerda su trabajo como camarera: “habrá gente que diga que ser camarera es mucho peor”, pero ella defiende que su experiencia como cajera de supermercado fue su mayor pesadilla. Sin embargo, este oficio también se le hacía duro: “yo tengo un problema en la espalda y no puedo estar mucho tiempo de pie, entonces es lo que más me pasaba factura”.

Pero sus malas experiencias a lo largo de su corta trayectoria laboral no terminan ahí. Almu relata que como teleoperadora, al dar malas noticias sobre cortes de gas, recibía gritos e insultos: “Era horrible. Pero yo sentía que no era por mí, yo simplemente era una paloma mensajera”. Además, cuenta que intentaba ayudar a quien lo necesitaba, intentando adelantar las citas en casos más urgentes de familias vulnerables.