La Inteligencia Artificial ha llegado a nuestras vidas para quedarse y, pese a los temores que infunde su desconocimiento y a las advertencias de que sustituirá a las personas en sus puestos de trabajo, en otros escenarios se presenta como una aliada, una herramienta que puede optimizar procesos y acompañar en el aprendizaje.
En su desarrollo se encuentra España, que está trabajando en la primera fase de la creación de una Inteligencia Artificial (IA) propia, soberana, a través del Ministerio de Educación para que llegue a las aulas lo antes posible y de la forma más segura. La administración española tendrá todo el control y la gestión de contenidos de la misma, según ha informado la Cadena SER.
Una apuesta ambiciosa
El objetivo del gobierno es que se implante en las aulas de forma segura, minimizando los riesgos que puede suponer el uso de estas nuevas tecnologías. El director del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF), Julio Albalad sostiene que se trata de “una IA para recoger los datos, que sabemos que no va a pasar más allá del entorno seguro de la administración educativa o de la administración pública”.
La idea es que docentes y alumnos puedan acceder y se puedan “limitar las respuestas”, a la vez que insiste en que esa información que “compartimos con las máquinas” no va a salir del entorno para el que está pensada. Esa futura IA se plantea como un universo de respuestas condicionado por la edad del alumno, el curso y el centro educativo al que pertenezca, para así, minimizar la desinformación y los sesgo que, como manifiesta el director del INTEF “sabemos que tiene la inteligencia artificial, en especial la generativa”.
Este mecanismo no solo protegerá los datos personales y privados de los alumnos, sino que también preservará el de sus familiares y el del personal de los centros educativos. Desde el Gobierno aspiran a contemplar esta IA en el proyecto de presupuestos de 2026.
Ciertas reservas ante la IA
Todavía se percibe cierta resistencia a la utilización de la Inteligencia Artificial en el entorno laboral. En el caso de la docencia, el conjunto internacional el 36% del profesorado de secundaria afirma haberla utilizado. En la Unión Europea el 32%, y en España, son un 35% los que declaran haber usado esta herramienta en secundaria, según el último informe publicado por la OCDE.
Los datos muestran que en el caso de primaria, en nuestro país, solo un 28% de maestros lo ha hecho, lo que supone una menor implantación de este sistema en las prácticas en esta etapa. Apenas cuatro de cada diez docentes españoles considera que la IA aplicada a la planificación de enseñanza, la adaptación de materiales y la atención a los alumnos con necesidades tiene beneficios. Sin embargo, Julio Albalad cree que su uso “puede adaptar los recursos educativos, personalizar la educación a los intereses de los alumnos o al menos a las características de los alumnos", explica a la SER.
El desconocimiento, el mayor obstáculo
No saber cómo utilizarla por falta de formación es la barrera más señalada por los educadores. Un 75% identifican que este factor es el que les impide saber cómo integrar la IA en la enseñanza. El INTEF y algunas comunidades autónomas capacitan al cuerpo docente a través de cursos, explica Albalad.
El 62% de los profesores en España acusan la distracción como uno de los peligros de la IA, lo hacen en un porcentaje mucho más alto que la media general de la OCDE y de la UE. Ocho de cada diez señala el riesgo de plagio y un 60% advierte sobre los efectos negativos en la comunicación personal y el bienestar del alumnado.

