La ansiedad se ha convertido en un gran reto para el sistema educativo, tanto para los docentes como para el alumnado. Redes sociales, estrés o convivencia familiar son algunos de los factores con los que convive la comunidad educativa. En este sentido, la ansiedad destaca como el principal problema en las aulas, siendo señalada, entre los tres problemas de salud mental más frecuentes, por 9 de cada 10 profesores, según el informe ‘El estado de la salud mental en el aula 2025’ realizado y presentado por la Fundación MAPFRE y Siena Educación.
Además, los educadores consideran que los elementos más determinantes para el bienestar mental de la comunidad estudiantil son de naturaleza externa y relacional. La influencia de las redes sociales (57,1%) y los problemas o conflictos familiares (60,6%) son, con gran diferencia, las causas que más influyen.
La belleza irreal y el contenido violento de redes sociales
El estudio recogió 850 respuestas cuantitativas de profesores y dieciséis grupos de discusión cualitativos, para obtener un informe significativo sobre los factores de riesgo, las medidas preventivas, el papel de las familias y el impacto de la digitalización y las redes sociales en la tranquilidad de los escolarizados y de ellos mismos.
En este sentido, los educadores identificaron los estándares de belleza irreales (33,2%) y el contenido violento (27,3%) como los riesgos más preocupantes que afectan a los estudiantes, donde existe un consenso casi unánime (97,9%) sobre el impacto negativo de las plataformas digitales sobre el bienestar emocional del alumnado. La inseguridad y la baja autoestima (72.5%) se perciben como el principal efecto negativo de las redes.
Cómo influye el contexto familiar
Los principales agentes determinantes en el entorno familiar, según recogen las respuestas, son los estilos parentales muy permisivos o muy autoritarios (85,9%), seguidos por la separación o divorcio reciente de los padres (76,6%). La percepción sobre la respuesta de las familias es crítica, ya que más de la mitad de los encuestados considera que solo en el 53,2% de los casos identifican y atienden adecuadamente a sus hijos.
En opinión del Dr. en Psicología Javier Urra, que ha participado en la presentación del informe de Mapfre: “Es fundamental la educación en el hogar familiar y una relación fluida y natural entre padres e hijos. Naturalmente, el ámbito escolar es otro pilar fundamental en la crianza, y los niños son un espejo de lo que ven en sus hogares y, de esto han de ser conscientes los padres”.
Un desgaste emocional en su ejercicio
El informe revela que el 49,3% de los docentes valoran su salud mental como buena, mientras que el 12,5% la califica como muy buena. Sin embargo, el informe expone un desgaste emocional en la práctica. Los signos más señalados de agotamiento mental son el estrés (31,2%), la falta de motivación (24,5%) y la irritabilidad (21,1%).
Las respuestas aportadas inciden en que su malestar no se debe únicamente a la interacción con sus escolares, sino también a las condiciones laborales y al contexto social. La sobrecarga de trabajo, la burocracia y el agotamiento físico son citados como principales fuentes de desgaste que acaban teniendo un impacto directo en el aula, ya que la mitad (50,8%) percibe que esta carga emocional reduce significativamente su capacidad para identificar cómo están sus estudiantes.
Sumado a lo anterior, se une la capacidad de los centros para atender a los alumnos. Los entrevistados identifican dos obstáculos para abordar las carencias en el aula: la falta de tiempo (79,8%) y la falta de formación (60,3%). De hecho, un 30,6% no se siente capacitado para identificar los principales problemas que señalan.
Las principales demandas para mejorar el apoyo son el incremento de formación y capacitación (26,8%), la incorporación de más psicólogos escolares y profesionales de apoyo (16,8%), una mayor implicación de las familias (9,1%) y una mejor coordinación con servicios externos (8,5%).
A juicio del director del área de Promoción de la Salud de Fundación MAPFRE, Antonio Guzmán: “ Es fundamental introducir herramientas que mejoren la salud mental de los docentes y su clase y, sobre todo, herramientas que promuevan la detección precoz y protocolos que sean unánimes”.
Crear protocolos para actuar de forma eficaz
El 94,7% de los profesores considera importante o muy importante la creación de protocolos de salud mental en los centros, paralelamente el 76% demanda promover el uso crítico de las redes sociales.
En el ámbito de las actividades extracurriculares, el estudio revela que el deporte (63,3%) es considerado como la actividad más eficaz para ayudar a gestionar el estrés, destacando muy por encima de otras opciones como el arte, la música o el voluntariado.
En palabras del director general de Siena Educación, José María de Moya: “Los centros educativos son, después del hogar, el espacio en el que más tiempo pasan los estudiantes. Debemos reforzar todas las herramientas necesarias, sobre todo la educación, tal y como demandan los educadores, para que sean capaces de aportar soluciones preventivas ante el agravamiento de la salud mental de un alumno. Y debemos actuar de inmediato”.
