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Una familia de 6 que vive en 56 metros: “Mi marido sugirió deshacernos de nuestras camas y fue la mejor idea que hemos tenido nunca”

Tampoco tiene sofá ni televisión y comparten el salón con sus hijos menores para dormir.

Un bloque de pisos con despliegue de Riina Kiesiläinen
Un bloque de pisos con despliegue de Riina Kiesiläinen |EFE/Kotona
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:
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Uno de los problemas más graves que se viven actualmente, y no solo en España, es la crisis de la vivienda. En distintos países de Europa se están viendo precios desorbitados por inmuebles de lo más pequeños. De hecho, hay algunos anuncios surrealistas donde los “estudios” que se ofrecen son realmente zulos. Ahora, una pareja no ha encontrado problema en hacer que un piso de unos 56 metros cuadrados sea totalmente cómodo para ellos y sus 4 hijos.

Es sorprendente que una familia de 6 personas pueda vivir cómodamente en un inmueble bastante pequeño en comparación con la media. Pero, ellos, han sabido adaptarse y prescindir de una serie de cosas que no ven necesarias, como el sofá, algo que sería casi imposible para la mayoría. Así lo explicó la mujer y madre de los 4 hijos, Riina Kiesiläinen, de 38 años, que ha optado por un estilo de vida completamente minimalista.

“Nuestra vida en un espacio reducido es asequible y funciona a la perfección”, afirma al medio ‘Kotona’. El piso, donde están de alquiler, se encuentra en Tampere (Finlandia) y llevan 12 años “muy felices aquí”. “Muchas personas sueñan con tener una casa lo más grande posible para facilitar su vida cotidiana. Para mí, sin embargo, una casa pequeña es lo que me aporta tranquilidad”, asegura Riina.

Salón de la casa de Riina
Salón de la casa de Riina | Foto: Kotona

“No tenemos sofá”

Para Riina, su vivienda es cómoda y tranquila: “No creo que nuestra casa esté abarrotada. Es luminosa y tiene un vestíbulo, una cocina con puerta, un salón abierto al pasillo y un dormitorio que comparten nuestros dos hijos mayores”. El otro dormitorio lo usan como despacho, ya que su marido, de 52 años, trabaja a menudo desde casa y necesita un espacio tranquilo.

“Lo mejor de nuestra casa es lo bien que funciona la distribución. Tres habitaciones claramente definidas son suficientes para nosotros, y hemos mantenido el espacio abierto con solo unos pocos muebles. Por ejemplo, no tenemos sofá, que ocuparía una gran parte del suelo”, añade.

“Seguimos compartiendo el dormitorio con nuestro hijo menor”

En opinión de esta madre de familia numerosa, los aspectos más importantes para que una casa pequeña funcione se pueden resumir en cinco puntos. En primer lugar, se debe proteger el espacio del suelo: “En cada habitación, mantenemos el menor número posible de objetos en el suelo”.

En cuanto al salón, además de sofá, tampoco tienen mesa en el centro. De hecho, el matrimonio y sus dos hijos más pequeños duermen allí: “Antes teníamos una cama doble grande, pero ocupaba mucho espacio y bloqueaba el paso. Mi marido propuso deshacernos de la cama, ¡y resultó ser la mejor idea del mundo! Seguimos compartiendo el dormitorio con nuestro hijo menor, pero ahora usamos dos colchones futón”.

Esto, que podría horrorizar a muchos, ha resultado ser una ventaja para Riina: “Mi dolor de espalda desapareció poco después de cambiar a los futones”. Esto, eso sí, les implica a tener que llevar una rutina diaria: “Cada noche, extendemos nuestros futones de 90 centímetros para dormir y cada mañana los guardamos. Durante el día, los colchones permanecen en la estantería del salón, donde también se guardan los materiales de dibujo y los juguetes de los niños”.

Ahora, sin sofá, ¿qué pasa cuando tienen visitas? “Nos sentamos en las sillas de la cocina o en nuestras sillas de oficina de madera”.

Solo tienen 6 platos, una olla y una sartén

Como cabe esperar, esta familia finlandesa es muy estricta con los objetos que meten en casa. Un ejemplo es el escaso menaje de cocina con el que cuenta: “Solo tenemos los platos que necesitamos para cada comida. Tenemos seis platos grandes, una olla y una sartén, y los lavamos todos a mano”.

La caja con las toallas
La caja con las únicas toallas de Riina | Foto: Kotona

Del mismo modo, solo tienen seis toallas y cuatro juegos de sábanas de repuesto. “A menudo, cuando cambio las sábanas, las lavo y vuelvo a poner las mismas”. Tampoco tienen televisión, aunque cada miembro sí que tiene su propio ordenador: “A toda la familia le gustan los videojuegos. Los ordenadores de nuestros hijos adolescentes están en el despacho, mientras que los de los más pequeños están en escritorios empotrados en la estantería de la sala de estar”.

En este sentido, explica que “en una casa pequeña es importante deshacerse rápidamente de los objetos que ya no se necesitan, como cuando los niños dejan de usar ciertas cosas”. Por ello, si no necesita algo, se deshace de ello “sin problemas”. Además, aunque tienen trastero, asegura que los recuerdos que guardan deben caber todos en una caja: “si empieza a llenarse, saco algo. Ni siquiera está llena hasta la mitad todavía”.

“Nuestros hijos no se han quejado de no tener sus propias habitaciones”

Riina asegura que como los gastos de la casa no son desorbitados, la mayor parte de sus ingresos no se destinan al alquiler, como ocurre en muchas familias. “En una casa pequeña, aunque se estropee la lavadora, nuestras finanzas no se verán afectadas. Unos gastos de vivienda más bajos nos permiten tener más margen en nuestro presupuesto y en nuestra vida”, indica.

En cuanto a la falta de privacidad que podría parecer que tienen, indica que “aunque somos seis, a menudo tenemos una habitación vacía”. Además, afirma que “nuestros hijos no se han quejado realmente de no tener sus propias habitaciones”, señalando que “la idea de que podríamos necesitar más espacio ha surgido más bien de nosotros, los adultos”.