En España existe una edad ordinaria de jubilación legal que se situará en los 67 años, aunque esto no quiere decir que sea la edad obligada para retirarse, pudiendo los trabajadores esperar si así lo desean. Aunque esto no es igual en otros países del mundo, como es el caso de Estados Unidos. Es el caso de Cynthia Murray, una empleada de supermercado que con sus 67 años se lamenta de no poder jubilarse tras una larga vida laboral, de los que sus últimos 20 años los ha pasado trabajando en una de las empresas más grandes de Estados Unidos, Walmart.
En una entrevista al medio flaglerlive dice “pronto cumpliré 67 años y me encantaría poder jubilarme el día de mi cumpleaños. Si es así, lo celebraría pasando la tarde en el centro comercial con mi hija y luego comenzaría a planificar pequeños viajes para visitar a mis familiares”. Pero a pesar de haber dedicado 22 años de su vida al trabajo en Walmart, su escasa nómina y sin recibir prestaciones no le permiten juntar el dinero suficiente para jubilarse.
No es la única. Muchos de sus compañeros enfrentan la misma situación, atrapados en un sistema que no recompensa adecuadamente las largas carreras de cotización en trabajos precarios. Mientras algunos empleados luchan por llegar a final de mes, los altos ejecutivos disfrutan de privilegios que ensanchan aún más la brecha entre ambos extremos, es decir, entre ricos y pobres.
Un salario que no da para la jubilación
Cynthia Murray gana 16,83 dólares por hora (unos 16 euros al cambio en 2023) y, además, tiene que enfrentarse a un seguro médico que tiene un coste muy elevado (en EE.UU no hay una Seguridad Social como aquí en España). Esta trabajadora explica que, en esas condiciones, le ha resultado imposible ahorrar lo suficiente para su jubilación. Aunque Walmart ofrece un plan de ahorro para la jubilación llamado '401(k)', en el que la empresa complementa parte de lo aportado, su complicada situación económica apenas le ha permitido contribuir a este fondo. “Con mi salario, no he podido ahorrar mucho para lo que deberían ser mis ‘años dorados’”, lamenta.
No es un caso aislado. Según datos oficiales de Walmart, el 46% de sus empleados no tiene ni un solo dólar ahorrado en sus cuentas 401(k), destinadas a la jubilación. Esta situación contrasta de forma abrumadora con las cifras de los altos ejecutivos de la empresa. “¿Creerías que el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, tiene más de 169 millones de dólares en su cuenta de jubilación?”, comenta la trabajadora, destacando la enorme desigualdad económica entre los empleados de base y la dirección.
La pensión no alcanza para todo
Un informe del Instituto de Estudios Políticos, citado por esta trabajadora, revela que los altos ejecutivos de empresas como Walmart, Home Depot o McDonald’s se benefician de planes de jubilación que les permiten acumular grandes cantidades de dinero libres de impuestos, conocidos como “cuentas de sombrero de copa”. “Es decir, si los trabajadores pudieran permitirse contribuir desde el principio”, matiza, señalando que en muchas de estas empresas más de un tercio de los empleados con planes 401(k) no han podido ahorrar ni un solo dólar para su jubilación.
Para ella, esta desigualdad es difícil de aceptar. “No es justo que los directores ejecutivos tengan tantos ahorros mientras muchos de sus empleados tienen que posponer su jubilación. En serio, ¿quién está realmente poniendo tanto esfuerzo en estas empresas?”, reflexiona. Y concluye: “Sin trabajadores de primera línea como mis compañeros de trabajo y yo, esos directores ejecutivos no obtendrían ganancias”.
En la entrevista, la trabajadora reclama que las empresas deben “aumentar los salarios, darnos al menos dos semanas de licencia pagada (como una especie de vacaciones) y garantizar que tengamos prestaciones sanitarias asequibles. De esa manera, los trabajadores pueden mantenerse sanos, poner comida en nuestras mesas, mantener un techo sobre nuestras cabezas y ahorrar dinero para la jubilación”.
También pide que existe un sistema tributario más justo y no beneficiar siempre a las grandes fortunas. “En este momento, las personas que ganan más de un millón de dólares al año dejan de pagar los impuestos sobre la nómina que financian este beneficio en febrero. Deberían pagar todo el año como el resto de nosotros”, defiende al mismo tiempo que pide eliminar las cuentas de jubilación ejecutivas libres de impuestos y destinar ese dinero recaudado al fondo de garantía de la Seguridad Social.
Jubilación más allá de los 67 años
Lejos de aspirar a una vida de lujo, esta trabajadora solo quiere jubilarse y estar con los que quiere, su familia: “No tengo grandes fantasías para mi jubilación: no navegar en yates ni alojarme en complejos turísticos de lujo. Lo que realmente me importa es mi familia”. Tras años de esfuerzo, lamenta haber perdido muchas reuniones familiares y ocasiones especiales por el trabajo. “Ahora simplemente me gustaría compensarlo pasando más tiempo con mis familiares, incluido mi nieto, que acaba de graduarse de la universidad”, expresa.
A pesar de vivir en uno de los países más ricos del mundo, esta trabajadora reflexiona sobre su situación: “En el país más rico del mundo, no parece mucho pedir”, concluye.
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