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Tara (59 años): “me jubilé en España porque hacerlo al lado de la playa en Estados Unidos era imposible, aquí todo es más barato"

Tara Anderson se trasladó a Denia con su marido después de una vida laboral de más de 30 años trabajando en el sector inmobiliario en San Francisco.

La jubilada en las montañas de Denia
Tara (59 años): “me jubilé en España porque hacerlo al lado de la playa en Estados Unidos era imposible, aquí todo es más barato" |Facebook Tara Anderson
Berta F. Quintanilla
Fecha de actualización:
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Tara Anderson tenía 52 años cuando se planteó solicitar la jubilación anticipada en Estados Unidos (EEUU). Lo tenía todo pensado, después de más de 30 años trabajando en una empresa del sector inmobiliario, en el departamento ingeniería y nuevas tecnologías, quería retirarse al lado del mar. Por eso, ella y su marido comenzaron a buscar una ciudad o pequeño municipio en la costa de Florida donde comprar una casa con sus ahorros y disfrutar de la jubilación soñada. 

Pero no encontraron nada en América. Una noche, mientras buscaban en Facebook encontraron una localidad en España que les enamoró desde el primer día. Jubilarse en la Costa Blanca, al igual que otros mayores como Alan (74 años), empezó a ser una opción bastante asequible. Más que nada porque el coste de la vida en España era más barato y la felicidad que adivinaban tras las imágenes de Google Maps les habían conquistado. 

“¿La vida trataba de esto? ¿De ir a la Universidad, dejarse la piel trabajando más de 30 años, tener hijos, enviarlos a estudiar y luego desplomarse de agotamiento?”, escribió Tara Anderson en el blog movetotraveling donde ha contado su historia. “He trabajado décadas como ingeniera y agente inmobiliaria en Silicon Valley y nos sentíamos exprimidos con estrés constante, comida rápida a deshoras y ningún tiempo para nosotros”.

Jubilarse en la playa era imposible

Tara Anderson en la playa de Denia. | Facebook

En Estados Unidos, conseguir una casa al lado del mar se paga caro. Tanto que con el dinero que tenían en el banco no les alcanzaba. Para decidirse a hacer las maletas y comenzar una nueva vida de jubilados en España bastó con revisar los precios de la vivienda en Florida, por ejemplo. “Quedaba descartada, odio ese lugar y el precio de las casas”. “Nos dimos cuenta de que jubilarse en la playa era inasumible, incluso con todos nuestros ahorros”.

Su pareja de entonces, Adam, que era inglés, propuso buscar algo en Europa. “Primero pensamos en Portugal pero lo dejamos de lado porque era muy turístico en invierno, y gracias a los consejos de una amiga encontré la palabra mágica: España”.

Primero quisieron mudarse a Jávea, pero aunque les gustó mucho la ciudad, no encajaba con el estilo de vida que necesitaban. Fue entonces cuando apareció Denia. “Lo tenía todo, playa, puerto, casco histórico, castillo… estaba vivo todo el año y se podía recorrer a pie”. 

Luego, visitaron el pueblo como turistas, en 2017. “Conocimos a otros ciudadanos extranjeros que nos dieron información sobre abogados, médicos e incluso dónde podíamos comprar mantequilla de cacahuete”. De vuelta a EEUU decidieron la fecha una noche: el 23 de junio de 2018.

Se separó de su marido pero se ha quedado en Denia

Poco tiempo después de mudarse a Denia, la pareja se separó pero ella se quedó en España. Ha comprado una casa y ha hecho muchos amigos. Además se confiesa una enamorada de las playas y del estilo de vida español, “hay mucho menos estrés que en California”.

Su mensaje es claro: “sí se puede, no es necesario ser millonario para jubilarse en España, sólo hay que decidirse y si puede ser, elegir la fecha concienzudamente”. Esto lo dijo porque el 23 de junio, a efectos fiscales, era un mal momento, como ha explicado en su blog, donde además ha animado a los jubilados estadounidenses a que se planteen este cambio de aires.