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Los hosteleros emiten un comunicado por la prohibición del tabaco en terrazas y avisan del daño a la imagen de España

El 70% de los españoles rechaza las prohibiciones directas y apuesta por la concienciación, mientras el sector alerta de un golpe a bares, turismo y convivencia social.

Una mujer fumando en una terraza
Una mujer fumando en una terraza |Pixabay
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Hostelería de España ha presentado los resultados de una encuesta realizada a más de 1.600 ciudadanos en el que se muestra el rechazo mayoritario a la prohibición de fumar en terrazas, apostando así más por unas políticas de concienciación que por medidas restrictivas. El estudio elaborado por la consultora 40dB, muestra que casi siete de cada diez españoles ven con mejores ojos medidas prohibicionistas sin consenso con las partes implicadas que reducir el consumo de tabaco, una posición que es compartida tanto por personas fumadoras como no fumadoras.

Esta encuesta coincide con la reforma de la Antitabaco impulsada por el Ministerio de Sanidad, que plantea prohibir tanto el tabaco tradicional como el vapeo en terrazas y piscinas. En este sentido, la ministra Mónica García ha defendido (y defiende) la necesidad de endurecer la normativa por, según sus palabras “evidencia científica” (Suecia ha mostrado que no es así según este estudio), aunque la medida suscita reticencias en el sector hostelero y entre organismos como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que abogan por priorizar la educación por alternativas menos nocivas demostrados con estudios científicos saludables.

Según los datos de la encuesta, el 56% de los ciudadanos no ven una necesidad urgente el de prohibir fumar en terrazas, mientas que un 85,2% cree que, de aprobarse la medida, los fumadores trasladarían su consumo a las inmediaciones de los locales, por lo que generaría nuevos problemas de convivencia y complicando la labor de los trabajadores. No solo eso, sino que además, el 57,4% teme un efecto rebote que llevaría a realizar reuniones en espacios cerrados, como domicilios particulares, con el consiguiente aumento de la exposición al humo en entornos menos ventilados. Es decir, que seguirían fumando, pero irían a otros espacios permitidos, por lo que quien saldría perjudicado sería el sector de la hostelería.

El impacto potencial sobre el turismo es otra de las preocupaciones recogidas en el informe, ya que el 62,6% de los encuestados piensa que la prohibición perjudicaría la imagen de España como destino, al situarse junto a Suecia como los únicos países de la Unión Europea en vetar el tabaco en terrazas. De hecho, el caso más extremo es el de Francia, que quiso aplicar una medida muy restrictiva, pero no pudo tocar a la hostelería, teniendo que dejar fuera a las terrazas en su última ampliación a los espacios libres de humo.

Perjudicaría al sector turismo y hostelería

Desde Hostelería de España, su presidente, José Luis Álvarez Almeida, explica y advierte del perjuicio económico que podría suponer esta nueva normativa, especialmente en regiones turísticas o con clima favorable, donde las terrazas representan un elemento central en la actividad diaria: “Es fundamental garantizar la convivencia y evitar la imposición de cargas adicionales a los profesionales del sector hostelero. Las terrazas son un espacio clave para la vida social y económica del país, y cualquier decisión debe valorar con seriedad su impacto real en términos de empleo, actividad empresarial, competitividad turística y experiencia de los clientes”.

Además, sin olvidar que, esta medida implicaría la retirada de los ceniceros de todas las terrazas públicas, por lo que las personas tendrían que desplazarse a unos metros del establecimiento y seguramente teniendo que al tirar colillas al suelo, lo que perjudicaría al medioambiente y a mantener los espacios públicos más limpios.

Por otro lado, la mayoría de las personas es clara y menos de una de cada tres personas piensa que la medida contributiva reducir el consumo de o que directamente dejarán de fumar, pero en el caso de los fumadores el 72,1% que esta nueva ley vaya a modificar sus hábitos Además, el 62,9% duda de que la prohibición pueda aplicarse de forma efectiva.

Sanidad defiende que prohibir es salud

El Gobierno, por su parte, insiste en el argumento de la protección de la salud pública. La ministra Mónica García explica que “no existe el tabaco saludable” y, por otro lado, “no hay evidencia científica de que los dispositivos alternativos reduzcan la adicción al tabaquismo”. Esta postura contrasta con la defendida por países como el Reino Unido, donde el sistema nacional de salud (NHS) promueve el vapeo como “una de las formas más eficaces de dejar de fumar” y donde los productos de vapeo están sujetos a una estricta regulación.