En España, hemos pensado o tenido esa creencia de que, una administración de la Lotería era un negocio donde los dueños se hacían millonarios y se quedaban con parte del bote, si tocaba un euromillón o el Gordo del Sorteo Extraordinario de Navidad, pero nada más lejos de la realidad. Se trata de un sector con márgenes mínimos, comisiones congeladas durante más de 17 años y una competencia creciente de puntos mixtos y venta online.
Para dar visibilidad, el creador de contenidos Adrián G. Martín ha entrevistado a José Pastor, propietario de una administración de loterías en Palma, que explica con datos cómo funciona la rentabilidad real del negocio, cuánto se gana por cada décimo vendido y qué inversión es necesaria para abrir, así como conseguir una licencia. “De cada boleto de Navidad que cuesta 20 euros, el lotero solo ingresa 90 céntimos. El resto, 19,10 euros, va directamente al Estado”, explica Pastor.
“Una administración media factura entre 90.000 y 150.000 euros en comisiones”
Pastor explica que cuando se habla de facturación en este sector no se hace referencia al volumen de ventas de boletos, sino a las comisiones que recibe la administración. “Una administración pequeña puede rondar los 90.000 euros al año. Si tienes dos trabajadores puedes llegar a 140.000 o 150.000, y a partir de ahí ya hablamos de negocios más grandes con tres o cuatro empleados”, señala.
Las comisiones dependen del tipo de juego. En Euromillones, por ejemplo, la comisión es del 5,5%, lo que equivale a unos 10 céntimos por boleto. En Navidad, la comisión baja hasta el 4,5%. “Estamos luchando para que nos las suban, porque llevaban 17 años congeladas y solo nos aumentaron un 0,25 hace un par de años. Es inviable mantener un negocio con estos márgenes”, lamenta.
“La licencia te puede costar 450.000 euros”
Lejos de lo que muchos piensan, abrir una administración de loterías no es barato ni fácil. Según Pastor, se necesitan al menos 50.000 euros de inversión inicial y cumplir una serie de requisitos estrictos: no tener antecedentes penales, residir en España y disponer de un local con nivel de seguridad 3 (el máximo), que implica cristales blindados, cámaras de vigilancia y alarmas certificadas.
A esto se suma que el precio de traspaso de una administración se calcula en torno al 20% de su facturación anual. “En Palma, por ejemplo, ahora hay dos en traspaso: una por 380.000 euros que deja 110.000 en comisiones al año, y otra que se vende por 450.000 y factura unos 140.000”, comenta.
¿Es rentable montar una administración de loterías?
Pastor es tajante: “Si no tienes el local en propiedad, con todos los gastos actuales es prácticamente inviable”. Reconoce que el futuro pasa más por los puntos de venta mixtos (bares, estancos, papelerías) que ofrecen lotería como un complemento a su actividad principal. “Ellos cobran lo mismo que nosotros por cada boleto, pero cuentan con ingresos paralelos que les permiten sobrevivir. Nosotros dependemos exclusivamente de las comisiones”.
La expansión de estos puntos, junto a la venta por internet, está reduciendo cada vez más la rentabilidad de las administraciones tradicionales. “Antes el pastel se repartía entre menos, ahora lo hacen entre miles. Si no cambian las condiciones, muchas desaparecerán”.
Los premios no reciben comisión
Un detalle que sorprende es que las administraciones no ganan nada por dar un premio grande. “Ni un euro de comisión extra. Solo te queda la satisfacción de haberlo vendido y la publicidad que atrae a nuevos clientes”, aclara Pastor.
La tributación de los premios también es clara: los primeros 40.000 euros están exentos, pero a partir de esa cifra Hacienda se queda con el 20%.
La entrevista concluye con una reflexión pesimista sobre el futuro del sector. “Hoy no vemos las administraciones como un negocio boyante. No tenemos apoyo del Gobierno y no hay asociaciones fuertes que defiendan nuestros intereses. Cada uno va por libre, mientras que los mixtos sí están más unidos”, lamenta.
A pesar de la ilusión que despierta la lotería en millones de españoles, Pastor insiste en que el negocio de vender décimos ya no es tan rentable como hace años. “Si mañana abres una administración pensando que te vas a hacer rico, estás equivocado. Con suerte, cubrirás gastos y podrás vivir de ello, pero poco más”.

