La suerte o la fortuna para hacernos millonarios puede llegar en cualquier momento de la vida, incluso al llegar a nuestra edad de jubilación. Este es el caso de Jerry Hicks, un carpintero de Carolina del Norte que encontró tirado en el suelo un billete de 20 dólares y decidió usar ese dinero para comprar un décimo de la lotería, dando como resultado un precio de un millón de dólares (1 millón de euros). Este hombre a días de la jubilación ya ha reclamado el tiempo y le servirá para tomarse una “jubilación anticipada”, según informa la Lotería de Educación de Carolina del Norte.
Tal y como explica a una entrevista concedida al medio NBCNEWS dice que al encontrar el dinero tirado en la calle, este opto por invertirlo en la suerte, comprando para ello un décimo de la lotería “Extreme Cash” de 25 dólares (en España, es algo así como la primitiva). Así y aunque inicialmente buscaba otro tipo de juego este admite que “no tenían el que quería, así que compré ese en su lugar”. Este tipo de azar es característico, porque los premios son instantáneos, lo que ofrece la posibilidad de conseguir un bote de un millón de euros, algo que, afortunadamente, terminó siendo el ganador del premio mayor.
A la hora de cobrar el premio, Hicks podía optar por cobrar el premio en un único pago o en pago recurrente, es decir, mes a mes. En este sentido, este carpintero opto por recibir el premio en pagos anuales de 50.000 dólares durante 20 años, lo que tras deducir impuestos federales y estatales se traducirá en una cuantía total de un millón dólares.
Este carpintero con más de 50 años de experiencia y a punto de jubilarse dijo que tras ganar este premio y ser millonario, invertirá el dinero en jubilarse antes de tiempo y darle algo de dinero a sus hijos. Además, dijo que lo primero que va a hacer es celebrarlo invitando a sus amigos y familiares a una gran comida.
Una tercera parte del premio irá a impuestos
En los Estados Unidos, todos los premios de la lotería se consideran como rendimientos o “ingresos gravables” por lo que se deben de declarar a la Agencia Tributaria y pagar los correspondientes impuestos, tal y como regula el Servicio de Impuestos Internos (IRS).
De esta forma, las loterías aplican de forma automática una retención del 24% en concepto de impuestos. Luego hay que aplicar los tramos, donde el más alto es un 37%. Esto quiere decir que se podría pagar más impuesto si al presentar su declaración de la Renta el 24% inicial no cubre la totalidad de su obligación fiscal (es decir, a mayores ingresos mayores impuestos).
Por ejemplo, en un premio de 1 millón de dólares se le aplicaría primero una retención del 24%, que son 240.000 dólares, pero si el ganador ha ganado tanto que escala al tramo del 37%, podría acabar pagando un total de 370.000 dólares en impuestos federales.
Pero la cosa no acaba aquí, ya que además de los impuestos federales, muchos estados aplican sus propios impuestos sobre los premios de lotería. Por un lado, están las “tasas estatales” que van desde un 0% en estados como Florida o Texas (donde no hay impuestos sobre la lotería), hasta un 10% en otros como Nueva York. Luego están los conocidos como “impuestos estatales” aún” que puede reducir aún más el premio a cobrar.
Por ejemplo, en Carolina del Norte, donde la tasa estatal es del 5,25%, un premio de 1 millón de dólares tendría una retención adicional de 52.500 dólares en impuestos estatales.
