La mayor subida de impuestos sobre el tabaco de los últimos años está cada vez más cerca. La Comisión Europea ha acelerado la tramitación de una reforma fiscal que provocará que en España, el precio de la cajetilla de primeras marcas suba hasta los 7 euros, imitando el modelo que ya se aplicó en Francia y Países Bajos y que terminó por disparar el mercado negro y vaciar las arcas públicas al recaudar menos impuestos. Mientras la norma avanza a toda velocidad, los expertos advierten de que el remedio puede ser mucho peor que la enfermedad.
El plan, que podría formalizarse dentro de poco (aunque aún no hay una fecha definida), busca armonizar la fiscalidad del tabaco en toda la UE, elevando de golpe los impuestos especiales mínimos. Así, los cigarrillos pasarán de tributar 90 a 215 euros por cada 1.000 unidades, el tabaco de liar se dispara de 60 a 215 euros el kilo (+258%) y los puros sufren la peor subida, los cuales pasarán de los 12 a 143 euros el kilo, un +1.090%. ¿El resultado? La cajetilla estándar en España pasará de 5,40 a casi 7 euros y una bolsa de tabaco de liar de 30 gramos saltará de 6,60 a 10,60 euros, un 60% más. En esta tabla se puede consultar como quedaría la subida de una forma orientativa.
| Producto | Impuesto actual | Nuevo impuesto propuesto | Incremento (%) | Impacto estimado en precio | Ejemplo de precio final estimado |
|---|---|---|---|---|---|
| Cigarrillos | 90 €/1.000 uds. | 215 €/1.000 uds. | +139 % | +1,40 €/cajetilla aprox. | De 5,40 € a 7,00 € por cajetilla (+30 %) |
| Tabaco de liar | 60 €/kg | 215 €/kg | +258 % | — | Bolsa de 30 g: de 6,60 € a 10,60 € (+60 %) |
| Puros (cigarritos) | 12 €/kg o 1.000 uds. | 143 €/kg o 1.000 uds. | +1.090 % | — | Cajetilla: de 4,25 € a 7,00 € (+64 %) |
| Tabaco calentado | No especificado | 108 €/1.000 uds. | — | +1,20 €/paquete aprox. | — |
| E-líquido (vapeadores) | No especificado | 0,12 – 0,36 €/ml | — | Variable | — |
| Bolsitas de nicotina | No especificado | 143 €/kg | — | — | — |
Más impuestos no es igual a más recaudación
Bruselas defiende la medida como una “cuestión de salud pública”, pero en realidad el objetivo es claramente fiscal, ya que la UE necesita nuevos ingresos para costear los pagos del fondo Next Generation y España. Solo en 2024, recaudó 8.965 millones de euros en impuestos al tabaco. El problema es que los antecedentes inmediatos en Europa pintan un panorama desolador.
El caso francés es más grave, con el paquete superando los 12 euros y el contrabando de tabaco alcanzando cifras récord, duplicando las de 2017. Según el último informe de KPMG encargado por Philip Morris, en 2024 se consumieron 18.700 millones de cigarrillos ilegales en Francia, de los cuales 7.800 millones eran falsificaciones, es decir, provenían del contrabando. El agujero para las cuentas públicas fue de 9.400 millones de euros solo el año pasado. En otras palabras, subir los impuestos no quiere decir que se deje de fumar o se recaude más, seguirán haciéndolo, pero los consumidores afiliados de impuestos deberán acudir a otros mercados más baratos, siendo el mercado ilícito y libre de impuestos.
Países Bajos repite el mismo patrón y el tabaco ilegal ya supone el 17,9% del consumo total, el doble que hace apenas un año, y la pérdida fiscal asciende a 900 millones de euros. En ambos casos, la subida fiscal y el empaquetado genérico han tenido un efecto bumerán: ni han reducido el tabaquismo ni han llenado la caja del Estado.
Subiría el contrabando en España
España, lejos de esquivar el fenómeno, ya sufre sus primeros efectos y el consumo de cigarrillos de contrabando ha vuelto a los niveles de 2021, con 1.400 millones de unidades falsificadas y una pérdida fiscal de 52 millones más que el año anterior. Christos Harpantidis, vicepresidente sénior de Asuntos Externos, explica que “la disponibilidad de cigarrillos más baratos y sin control socava los esfuerzos para reducir el tabaquismo y daña la recaudación fiscal, el empleo y las empresas legítimas”.
El informe de KPMG es claro y el contrabando representa ya el 10% del consumo total de tabaco en la UE, causando pérdidas fiscales de 19.400 millones de euros. Mientras, el Gobierno de España y Bruselas siguen adelante con la tramitación de la nueva norma, pese a que todavía no hay fecha de entrada en vigor ni consenso sobre cómo reforzar los controles para evitar el auge del mercado negro.
Frente al fracaso de Francia y Holanda, otros países como Grecia, Italia o Portugal han optado por una fiscalidad más moderada y un mayor control policial y aduanero. El resultado: menor incidencia del contrabando y un equilibrio más realista entre recaudación y salud pública.
Ahora, con todas las piezas puestas sobre la mesa, la pregunta es, ¿puede España permitirse copiar el modelo que ha fracasado en Europa y arriesgarse a perder cientos de millones en ingresos a cambio de subir la cajetilla a los 7 euros? La respuesta, para bien o para mal, la podremos conocer pronto si prospera este plan.

