La expansión del comercio electrónico ha modificado, en los últimos años, el paisaje laboral de las ciudades españolas, especialmente en las grandes urbes como Madrid y Barcelona. Miles de jóvenes han encontrado en el reparto de paquetería una salida laboral flexible, aunque marcada por la inestabilidad y los bajos salarios.
Es el caso de Emiliana, una joven venezolana afincada en Madrid, que trabaja como repartidora, y que ha compartido su rutina diaria a través de un vídeo publicado en su cuenta de TikTok (@emilianaxel), en el que explica cuánto gana entregando paquetes en la capital.
Cuánto gana un repartidor de paquetes
La joven comienza el vídeo señalando que empieza a trabajar súper temprano. “La empresa me trae los paquetes a un trastero cerca del código postal donde reparto, ahí descargo todo. Después, organizo todos los paquetes por zonas o calles”, explica, subrayando la importancia de la organización en este puesto para optimizar el tiempo, ya que cada jornada realiza unas 50 entregas, y siempre en bicicleta, lo que le permite moverse “más rápido entre el tráfico y no gastar gasolina”.
“Me pagan 0,90 euros por paquete. Si entrego 50 paquetes, eso es 45 euros al día. Si lo llevamos a la semana, son 225 euros, y al mes son, aproximadamente, 990 euros”, desvela Emiliana desgranando lo que ingresa trabajando de lunes a viernes, aunque la cifra puede variar en función de la zona asignada, la demanda o los días de mayor actividad.
Sin embargo, asegura que “si hay algún paquete con incidencia que no me lo reciba el cliente, no me lo pagan”. Es decir, solo se abonan los paquetes efectivamente entregados, sin salario base ni compensación por incidencias.
De este modo, el auge de este tipo de empleo, impulsado por el crecimiento del comercio online y la demanda de entregas rápidas, ha llevado a organizaciones sindicales y expertos a alertar sobre la precarización del sector. Así, a la espera de una regulación más estricta, el testimonio de esta repartidora refleja el día a día de muchos jóvenes que, en busca de flexibilidad, asumen la inestabilidad y la ausencia de garantías en un trabajo ante incidencias o enfermedad.
