Cuando tenemos un coche en propiedad, debemos saber que ello también tiene algunos gastos asociados. Entre ellos podemos citar el combustible que vamos a precisar para desplazarnos, así como el mantenimiento o reparaciones que, lógicamente, antes o después habrá que hacer. Pero también hay que contar el seguro del coche que, como advierte la OCU, hay coberturas que pueden hacer que estemos perdiendo dinero innecesariamente. Por ejemplo; añadir una garantía que nuestro coche nunca va a utilizar por las particularidades que presenta.
Estar protegido es importante, sobre todo si se acaba de comprar un coche nuevo y no queremos que un despiste arruine la carrocería del mismo, por ejemplo. Como señalan desde la Organización de Consumidores y Usuarios, los seguros más básicos incluyen las garantías obligatorias por ley, como la responsabilidad civil, pero las pólizas más completas ofrecen unas garantías adicionales muy particulares… aunque a veces sean del todo superfluas.
Cuidado con las garantías adicionales muy particulares
Claro que contar con una póliza de seguro para el coche es importante. De hecho, es obligatorio e incurrirulo está sancionado, ya que se trata de una infracción muy grave recogida en el Real Decreto Legislativo 8/2004. Así, si nos dan el alto en carretera las autoridades, podríamos acabar con una sanción de entre 601 a 3.005 euros. Incluso, la DGT utiliza medios automatizados para detectar vehículos que circulan sin seguro obligatorio.
De todas formas, vale la pena mencionar, como hace la OCU, que hay compañías de seguros que optan por añadir a esa póliza coberturas que, en buena parte de las ocasiones, no corresponden con las características que puede tener nuestro coche.
Lo que no solamente hace que ese seguro se encarezca sin motivo alguno, sino que además estaríamos complementando a nuestro vehículo con un servicio que nunca va a utilizar.
Comparar el coste de los precios de los seguros entre compañías
La OCU recomienda comparar el coste del precio de los seguros entre varias compañías porque las diferencias pueden llegar a superar los 500 euros al año. Según la Organización de Consumidores y Usuarios, a partir de los datos del IPC, los seguros de automóvil acumulan una subida interanual del 10%, o lo que es lo mismo; pagamos, de media, un 10% más que hace un año, algo “sorprendente y difícil de justificar”, en palabras de la institución.
De esta forma, y más allá de la cobertura lógica frente a riesgos extraordinarios, como pueden ser los daños materiales y personales causados por inundaciones, terremotos, tempestades, hay otros que no siempre deben estar contratados, salvo casos muy excepcionales.
Gestión de multas o cobertura de daños propios no siempre deben estar contratados
Una de ellas es la de la gestión de multas. Y no por otra razón que porque sí que existen otras vías para tramitarlo. Por ejemplo, comparar los precios de la aseguradora con los de las empresas especializadas.
Lo mismo sucede con el seguro de accidentes, ya sea de los ocupantes o del conductor y el vehículo de sustitución. Para esto hay talleres que ofrecen este servicio sin sobrecoste y si lo contratas con la aseguradora está limitado a disponibilidad, por lo que puede que lo necesites y no lo tengan.
También pueden incluirnos la que es conocida como cobertura de daños propios. Según la OCU, esta no sale rentable “en la mayoría de las veces”. Aquí explican que solo merece la pena si el coche es nuevo o seminuevo y especialmente cuando no hemos terminado de pagar la cuotas establecidas en el programa de financiación de la marca.
La indemnización por gastos sanitarios es sumamente baja
Además de estas sugerencias por parte de la OCU, cabe mencionar que hay aspectos como la indemnización por los gastos sanitarios que incluye el seguro del coche es tan baja que no cubre toda la asistencia, algo que es muy habitual en las pólizas de motos. La asistencia en viaje también es una cobertura innecesaria si ya se cuenta con un contrato con compañías como RACE, que asiste al conductor en carretera en caso de siniestro o percance. Es absurdo pagar este extra, que puede suponer unos 60 euros al año.
Tampoco conviene que vaya asociado al seguro del coche la defensa jurídica o las indemnizaciones por pérdida de puntos. Al no ser la principal actividad de las aseguradoras, "las coberturas son escasas, tienen muchas limitaciones y letra pequeña", señalan también desde Dvuelta, empresa líder en la defensa de los derechos de los conductores.
Ahora bien; pagar menos a cambio de renunciar a ciertas coberturas tampoco es buena idea. "Si el coche ya tiene unos años, lo más interesante es contratar un seguro a terceros, si es posible, ampliado, de modo que cubra también los daños en las lunes, el incendio, el robo e, idealmente, la colisión con animales", recomienda la organización de consumidores.
Salvo algunas excepciones, como Mutua Madrileña, que admite hasta tres partes anuales para no elevar el seguro, algunas aseguradoras mantienen la política de elevar la prima a partir del primer parte con culpa. Ahora las compañías son más restrictivas y, de hecho, los conductores son conscientes de que hace ya tiempo que se acabó el concepto de ‘doy un parte para que me pinten el coche’.

