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La prohibición de las bolsas de nicotina en España aleja a los turistas suecos: "Con la nueva ley nos van a obligar a volver a los cigarrillos"

El borrador legal que equipara las “pouches” o “bolsitas de nicotina” al tabaco y veta los vapeadores desechables desata quejas del Gobierno sueco y dudas sobre el impacto en destinos con fuerte presencia nórdica.

Dos mujeres fumando en una playa
La prohibición de las bolsas de nicotina en España aleja a los turistas suecos: "Con la nueva ley nos van a obligar a volver a los cigarrillos" |Archivo
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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El Gobierno aprobó el anteproyecto a la nueva ley del tabaco que amplia el el control del tabaco y productos afines (incluidas las bolsas de nicotina), con medidas que equiparan estos artículos al tabaco tradicional y prohíben los vapeadores de un solo uso. La iniciativa, que aún deberá superar el trámite parlamentario, avanza tras el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, pero que aun así, ya ha encendido las alarmas en Suecia, cuyo Ejecutivo ha objetado formalmente las restricciones al considerar que actúan como barreras comerciales dentro de la UE.

Esta inquietud también ha llegado a sectores turísticos por la elevada presencia de viajeros nórdicos en España (recordemos que es el principal motor de España y de su economía). Antes de la pandemia, los países escandinavos aportaban varios millones de llegadas anuales y, con la recuperación, han vuelto a ganar peso en el gasto turístico: en diciembre de 2024, el agregado de Países Nórdicos supuso el 8,3% del gasto total de los visitantes internacionales. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma, además, que 2024 fue un año récord con 93,8 millones de turistas extranjeros.

Sin evidencias científicas a la prohibición

El Ministerio de Sanidad abrió en 2024 un real decreto para regular los nuevos dispositivos (vapeo con y sin nicotina), bolsas de nicotina y empaquetado genérico del tabaco. Aquel borrador limitaba los aromatizantes (con permiso para aromas de tabaco) e imponía advertencias sanitarias; la nueva ley presentada en septiembre de 2025 refuerza la equiparación regulatoria con el tabaco y añade la prohibición de los vapeadores desechables. La titular de Sanidad, Mónica García, defendió entonces “recuperar el liderazgo” en control del tabaquismo.

Si miramos al plano comercial, la CNMC ha cuestionado algunos umbrales técnicos propuestos, como la limitación del contenido de nicotina por bolsita a 0,99 mg, al estimar que faltan evidencias que justifiquen la proporcionalidad de esa restricción y reclamando que, de mantenerse, se articule por norma con rango de ley. El dictamen pide valorar alternativas menos gravosas para el mercado.

La reacción desde Estocolmo ha sido inusual. El ministro de Comercio Exterior, Benjamin Dousa, ha sostenido que, “si el tabaquismo está permitido, también deberían estarlo las bolsas de nicotina reguladas”, y su Gobierno ha remitido observaciones formales a Madrid en el proceso de notificación técnica europeo. La iniciativa sueca ha recibido apoyo de otros Estados miembros en defensa de los productos de nicotina sin combustión.

En el debate público, usuarios y activistas de reducción de daños denuncian que el endurecimiento regulatorio puede forzar a parte de los consumidores a volver al cigarrillo en ausencia de alternativas de nicotina sin humo. Testimonios recogidos por medios especializados en Suecia apuntan a compras de tabaco “por falta de disponibilidad” de pouches (bolsitas sin nicotina) con dosis habituales. Son percepciones difíciles de cuantificar, pero ilustran la tensión entre salud pública y libertad de elección del consumidor.