Logo de Huffpost

Compran una casa por 290.000 euros llena de defectos y la inmobiliaria se desentiende: la justicia dice que es el comprador quien debe hacer las comprobaciones antes de firmar

La inmobiliaria no es responsable de los desperfectos de la vivienda, ya que no mintió ni ocultó información para cerrar la venta.

Obreros arreglando una casa
Obreros arreglando una casa |Archivo
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
whatsapp icon
linkedin icon
telegram icon

Comprar una casa es una de las operaciones que se hacen con mayor ilusión, ya que supone el mayor gasto en la vida de la mayoría. Es una inversión en la que se ponen muchas esperanzas, pero en algunos casos pueden convertirse en una pesadilla, cuando el hogar que se ha comprado resulta estar lleno de goteras, grietas o problemas eléctricos. Esto le pasó a una pareja francesa y su primera reacción fue buscar culpables, siendo para ellos la inmobiliaria que le vendió la vivienda. 

Tras gastar 290.000 euros en la compra de su casa, según la información publicada por el medio ‘Figaro Inmobilier’, no tardaron ni unos meses en toparse con el horror: humedad, filtraciones, el tejado a punto de desplomarse, fallos eléctricos y un largo etcétera. Ante tantos problemas se pusieron en contacto con la agencia inmobiliaria que les vendió la vivienda para reclamarles. 

La justicia considera que la inmobiliaria no es responsable si no miente ni oculta nada relevante

El caso llegó hasta los tribunales que dieron la razón a la inmobiliaria, concluyendo que si no hay engaño directo, la inmobiliaria no tiene la culpa, y son los compradores los que tienen que acarrear con los desperfectos. 

Y es que en Francia los agentes inmobiliarios lo único que tienen que hacer es informar de lo que se ve a simple vista y no ocultar nada relevante. Si no hay trampa ni ocultación, el comprador es quien debe realizar las comprobaciones oportunas si es necesario con un profesional de la construcción. 

El abogado Laurent Gimalac, explica que “corresponde al comprador, especialmente ante indicios de alarma o dudas legítimas, buscar la ayuda de sus propios expertos o asesores”. En otras palabras, debería contarse con la opinión de un arquitecto antes de firmar de la operación si se tienen indicios de que la estructura del inmueble puede tener algún problema. 

El tribunal  dejó claro, por tanto, que la inmobiliaria solo responde si ha ocultado información o te ha mentido. Por ejemplo, si dicen que han reforzado los cimientos y es mentira.