El debate sobre los colegios concertados se mantiene vivo desde hace años por las denuncias de familias y asociaciones que cuestionan la falta de transparencia en sus cobros y el supuesto trato desigual en el acceso, aun siendo centros privados que reciben financiación pública. Ahora, la cómica Ana Brito, conocida como Briten y copresentadora del pódcast ‘Poco se habla’ junto a Xuso Jones, ha publicado un vídeo en sus redes sociales en el que, con un característico tono satírico, ironiza sobre hasta qué punto los concertados funcionan realmente como una extensión de la red pública o, más bien, como “falsos privados”.
En el vídeo, que Ana introduce con la frase “el salseo de los coles concertados”, la humorista adopta un tono sarcástico para enumerar los costes adicionales que afrontan las familias en este tipo de centros. “Poco se habla de que te cobran por todo a millón y si puede ser en efectivo, pero luego tienen subvenciones públicas. ¿Y en qué se lo gastan?”, plantea, antes de ironizar sobre el precio del comedor escolar, donde “aparentemente le sirven caviar” o los uniformes que, según denuncia, “solo pueden comprarse en el colegio” y cambian “de vez en cuando” para obligar a renovarlos.
Cuotas y actividades “optativas” obligatorias
Ana dedica también un fragmento a llamadas actividades “optativas” que define como “obligatorias”, y las asociaciones de madres y padres (AMPA) como un ejemplo más de los pagos que, según denuncia, se presentan como voluntarios, pero acaban siendo obligatorios. “Pagas por pertenecer a la AMPA en la que ni puedes entrar, ni sabes quién la forma”, dice.
La cómica también alude a las cuotas “voluntarias” o “donaciones” que algunos colegios exigen a las familias, de las que dice tener una “dudosa legalidad”, e ironiza: “estos si pueden te la domicilian, aunque atrévete tú a decir que no la pagas, te señalan for the rest of your life (por el resto de tu vida)”. En el mismo tono paródico, sugiere que negarse a abonar esos pagos puede tener consecuencias académicas: “Qué casualidad que en cuanto la has dejado de pagar, tu hijo ha empezado a suspender”, añade.
Crítica al sistema de admisión escolar
El vídeo continúa con una crítica al sistema de puntos que regula la admisión de alumnos, comparándolo con ‘El juego’ del calamar’: “Punto por ser antiguo alumno del que tienes que ser socio de la asociación de antiguos, punto por ser familia numerosa. ¿Que sois dos? Tú falsificas una eco y listo”, bromea, en una referencia al supuesto uso estratégico de los criterios de acceso.
La cómica ironiza también sobre otros factores que determinan la admisión: el punto por familia monoparental, que ejemplifica con un “¿que hay que divorciarse? Se divorcia una”, el punto por proximidad, para el que alude al recurso de empadronarse ficticiamente “en casa del amigo con el que no has hablado en quince años”; o el punto por renta, del que se mofa por lo irreal de los umbrales exigidos: “la renta por la que te dan un punto es ridícula. Si tuvieras esa renta, no podrías pagar los 550 extras”. Además, menciona el llamado “pre” o guardería asociada, donde “te dejas un riñón y medio” para acumular puntos de cara a la admisión en el centro.
Al final del vídeo, Brito introduce una coletilla irónica: “Dicho lo cual, este reel es ficción y cualquier semejanza con hechos reales es pura coincidencia. O no”. Pese al tono humorístico, la publicación ha sido interpretada por muchos usuarios como una denuncia del modelo híbrido de financiación de los concertados, que reciben fondos públicos, pero mantienen prácticas económicas propias de centros privados.
Un debate encendido en redes
La publicación en TikTok ha generado un intenso debate entre los usuarios, divididos entre quienes respaldan la crítica de Ana y quienes defienden el modelo concertado. Muchos comentarios aplauden su sátira y denuncian los elevados costes asociados a estos centros: “menos de 800 euros no vale” o “todo dinero, hija”, escriben algunos, mientras otros reivindican la educación pública como alternativa más equitativa. También hay quien ironiza sobre las “extraescolares de lujo” o los uniformes exclusivos que, según varios usuarios, encarecen la experiencia educativa.
Otros mensajes, en cambio, matizan la visión de la humorista. Algunas familias aseguran que en sus colegios concertados se reinvierten las cuotas “en mantener las aulas y mejorar las instalaciones”, mientras miembros de asociaciones de padres recuerdan que el AMPA “organiza actividades y celebraciones sin ánimo de lucro”. Tampoco faltan voces que apuntan a los costes de la enseñanza pública, mencionando los gastos de comedor, cooperativas o excursiones.

