La mayoría de autónomos aseguran estar al límite. La elevada carga fiscal que deben sostener desde el principio dificulta que sus negocios puedan llegar a despegar, siendo esta una de las principales quejas del colectivo de trabajadores por cuenta propia. Irene es una de estas autónomas que lucha cada día por vivir de su pasión y mantener a flote su empresa, una línea de joyas llamada ‘The Vecina’.
Sin embargo, como relata en un vídeo de su cuenta de TikTok ‘@pirenaica’, no es nada fácil. “Me ha llamado la gestoría y me ha dicho, "Irene, ¿está sentada?” Y yo, bueno, a ver qué me vas a contar por dónde va a venir el susto”, comienza explicando, señalando a continuación la desesperación en la que se ven envueltos muchos emprendedores.
“Se acerca el trimestre, como ya sabéis, cualquier autónomo en todo trimestre acojonado, porque yo llevo esta última semana acojonada de qué es lo que me voy a encontrar este trimestre y estoy triste, tengo unas ganas de llorar que no lo sabe nadie. Qué difícil nos lo ponen. Es imposible. Es que es imposible sacar un negocio adelante”, asegura frustrada, matizando que ya no habla de “un autónomo creador de contenido o de uno autónomo que no tiene que invertir ni una cuarta parte en material”, sino que habla de “un negocio que no tiene nada que ver”.
“No he visto un duro para mí y aun así me tocan pagar casi 1.000 euros”
Para intentar exponer la realidad de muchos autónomos, Irene muestra un ejemplo: “imaginaros que yo vendo 1.000 euros. De esos 1.000 euros, 300 se van en cuota de autónomo”. Ahora, como continúa explicando, de esos 1.000 euros tiene que guardar el 21% de todo producto que ha vendido, restar los gastos de envío que ha pagado cada cliente para pagar luego la factura de correo, restar el gasto de la gestoría y, luego, estarían los gastos personales que tiene cualquier persona, como hipoteca, luz, agua o internet.
Sobre este último, hace un inciso: “si quieres desgravar el internet al tener un negocio en casa, es una complicación… Pero bueno, es que todo son complicaciones”, denuncia, Así, ese trimestre, advierte que ha facturado lo justo para pagar porque es su trimestre más bajo, ya que no es su temporada. “Yo ya cuento con ello, y soy consciente de ello y me ha dado para pagar todo a lo justo”, pero añade que “no he visto un duro para mí y aun así me tocan pagar casi 1.000 euros, de verdad”.
En este escenario, su protesta es clara: “¿Por qué nos lo ponéis tan difícil? No hay ayuda, no hay nada”. Por ello, se plantea si realmente “debería de seguir con esto, que es lo que me apasiona, lo que me gusta, lo que me ilusiona, o volver a buscar un trabajo a media jornada”. Aunque eso suponga que no va a poder dedicar el 100% a su negocio o directamente dejarlo y volver a ser trabajadora asalariada.
“No lo sé, lo ponéis muy difícil, de verdad es muy complicado. Yo no puedo así. Y supongo que como yo habrá miles de personas, de verdad, dejad de jodernos a los que queremos emprender y trabajar de lo que nos gusta”, concluye. Este vídeo cosecha más de 3.000 comentarios, compartiendo muchos usuarios su reflexión: “El emprender es la estafa del siglo, lo intenté y menos mal que no dejé de trabajar para otros, perdí miles de euros, pero hubiera perdido más si no cierro…”, “La ansiedad que me crea la espera hasta que me llama el gestor para decirme cuánto tengo que pagar de IVA… no es justo no…”, son algunos de ellos.
Otros, en cambio, creen que la solución es tener una mejor planificación: “tu trabajo no está teniendo la efectividad que tendría que tener, por lo que no va bien. Tienes dos opciones o mejorar y facturar más o cerrar. Pero no le puedes echar la culpa al sistema”, “Eso no es así… una parte es IVA que antes has guardado. Y lo otro es beneficio. Antes de que la gestora te lo diga, tú ya tendrías que saber que debes… Si no te sale a cuenta hay que pensárselo”, exponen estos.

