Andrés Suárez: "Los sectores más afectados siguen sin ser escuchados, los sanitarios están cansados. Y si se rinden ellos, caemos todos"

Andrés Suárez: "Los sectores más afectados siguen sin ser escuchados, los sanitarios están cansados. Y si se rinden ellos, caemos todos"
Berta F. Quintanilla

A Andrés Suárez el Estado de Alarma y el confinamiento del mes de marzo le sorprendieron a punto de lanzar su disco homónimo: ‘Andrés Suárez’. Aunque retrasó la salida del cd, pudo llegar a miles de hogares de todo el mundo gracias a sus actuaciones y directos en redes sociales.  

Activista de la #culturasegura, miembro del movimiento por la defensa del trabajador de la cultura ‘Alerta Roja’, Andrés Suárez habla con noticiastrabajo.es de su experiencia durante la pandemia del Covid19. Hijo de sanitaria, defiende la Sanidad pública, pide conciencia ciudadana y más atención por parte del Gobierno. Las ayudas, insiste, siempre son buenas, pero hacen falta más. Miles de trabajadores en ERTE, autónomos con problemas para salir adelante o la cola del paro, lo demuestran.

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  • ¿Cómo fue para ti el comienzo de la pandemia sanitaria en el mes de marzo?

Cuando empezó todo esto, me involucré mucho con lo que estaba pasando. Pero no estuve de acuerdo cuando, en los primeros días del confinamiento, un sector mínimo de la cultura se movilizó pidiendo medidas y más recursos. ¿Por qué? Porque yo soy hijo de sanitaria, de una persona que lleva luchando más de cuarenta años por defender la Sanidad pública y consideré ese no era el momento, porque todos los recursos deberían ir destinados a salvar vidas.

  • Estuviste muy en desacuerdo con algo que dijo el ministro de Cultura…

La gente de la hostelería que se dedica a la música, y los trabajadores del sector no entendimos al ministro de Cultura cuando señaló que el mundo de la música y el pop – rock puede seguir contando con la ayuda de la prestación por desempleo ERTE. Tiene un desconocimiento absoluto de qué está pasando en realidad. El mundo de la cultura no es un tipo que sube a un escenario a que le aplaudan. Son los técnicos de sonido, los músicos, el del hotel que en el que reservas, el restaurante donde vas a comer, el avión en el que tienes que viajar, la furgoneta que te transporta. La cultura son muchas cosas. Conozco músicos que están malvendiendo sus guitarras y sus pianos. Lo que les quedaba están vendiéndolo para poder subsistir. En este país no tenemos conciencia del sector cultural. Cuando un político dice que ‘gracias al mundo de la cultura’ por una cosa o por otra… disculpe ¡váyase usted al carallo! Ayude a la gente que está al borde de pedir un kilo de garbanzos para poder comer.

  • El Gobierno anunció una nueva ayuda para el trabajador de la cultura, de 430 euros al mes. ¿Qué te parece?

Toda ayuda es bienvenida. Yo estoy subsistiendo a base de mis ahorros. Yo tuve la gran suerte de ofrecer veinte conciertos este verano. Pero la gente que te he nombrado antes no puede subsistir con 430 euros al mes. ¡Que dejaron de trabajar en febrero! Creo que hablo en nombre de todos ellos cuando digo que con esa cantidad no pueden pagar luz, agua o alquiler.

  • Hablando de conciertos… el confinamiento te sorprendió a punto de lanzar un disco, con una agenda de conciertos… ahora los artistas estáis teniendo que reinventar el concepto de actuación, de vuestro trabajo.

Claro. La idea es reinventarse o desaparecer. Primero, la realidad era que iba a tener conciertos, ahora no. Luego, que serían al 50% de aforo, y ahora no. He visto actuaciones sin reducciones de aforos y me dolía mucho. Yo llegué a tocar en Murcia, con sold out, entradas agotadas. Vinieron 350 personas a una plaza de toros, lo que supone una bajada al 70% del aforo. Yo quiero trabajar y voy a trabajar como pueda hacerlo. Lo primero siempre es mirar por la salud y por la vida. Desde que volvimos a la nueva normalidad, se han celebrado unos 900 conciertos. Y en ellos, no hubo un contagio. Por eso reivindicamos la Cultura Segura. Todavía no organicé conciertos online de pago, lo que hago es porque me apetece estar al otro lado. En Instagram participé en el festival ‘Yo me quedo en casa’ y recibí muchísimos mensajes de gente en hospitales, con respiradores o que estaban pasando el virus en su casa con cuarenta de fiebre. Y me decían que se aferraban a mis canciones para poder respirar. Si cantándote tres o cuatro minutos, consigo que te olvides del bicho, cuenta conmigo, que para eso estamos.

  • Y hablando de cambios, ¿cómo se maneja Andrés Suárez con las nuevas tecnologías? Porque en esto también tenemos un nuevo concepto de comunicación y sociedad, más basada en competencias digitales…

Sin duda. Yo era reacio a todo esto. No quería una realidad pegada a un cristal. Una vez me dijeron que el concierto en móvil sería el futuro y yo no me lo quería creer. A mí llevadme (cuando se pueda, que quede claro) a un concierto con mi mejor amigo en el que podamos darnos muchos abrazos. Me tocó pasar solo el confinamiento, me tocó relacionarme y comunicarme a través de las pantallas. Yo también estaba acompañado por todos los que me escribían mensajes privados en mis directos. A todos ellos les doy las gracias, siempre.

  • Ahora mismo, según tu situación laboral, ¿consideras que está apoyándose a todos los sectores?

El Gobierno tiene que darse cuenta de que está donde está por y para el pueblo. No quiero politizar mis mensajes porque, aunque parezca que todo es política, a mis conciertos viene gente de todas las ideologías. Como votante, quiero expresar mi indignación con aquellos políticos que se suben el sueldo, que cuentan con chófer privado, que tienen unas dietas pagadas en una pandemia mundial, donde viven con grandes lujos. En todos los barrios hay gente muriéndose de hambre. ¿Cómo se puede ser tan malo como para hablar de países y banderas sin quitarse los grandes lujos y condiciones? Estamos fastidiados sí, pero la hostelería, el pequeño comercio, los autónomos, los transportes… todos. Arrimen el hombro y representen a la Patria y al pueblo, como dicen que hacen.

  • ¿Pasaste miedo en el confinamiento?

Mucho. Como hijo de enfermera, temía que mi madre muriese, claro que sí. Mi madre es una enfermera vocacional y es un honor poder hablaros de ella. Debería jubilarse este año, pero dudo mucho que lo haga. Tuvo dos opciones: cuidarse ella o cuidar a los demás trabajando el triple. Evidentemente, lo que menos le importaba a ella era si iba a cobrar esas horas o no. No lo hizo por eso. Cuando la llamé para pedirle que se cuidara, estando yo a 700 kilómetros de Galicia, sin poder hacer nada, sentí ansiedad y mucho miedo. No puedo protegerla, no puedo saber qué está haciendo o qué le está pasando en cada momento. Y eso genera miedo. En su momento yo creía, como muchos, que esto era una olita que se veía a lo lejos y no un tsunami que iba a arrasar el planeta Tierra. Al principio, no tuve miedo. Tuve pánico. Mi madre me decía: “no me avergüences, hijo, que soy enfermera y si tengo que morir salvando vidas, me moriré”.

  • ¿Qué conclusión sacaste en marzo y qué piensas ahora?

Parece que no hemos aprendido nada. Respecto a mi trabajo, te digo que yo quiero dar conciertos porque hemos demostrado que la cultura es segura, por eso defiendo a los hosteleros que no quieren abrir sin tomar medidas de seguridad. Pero si tomas todas las medidas pertinentes y te cierran el local y luego ves macrofiestas sin mascarilla o las barbaridades que hemos visto en las redes sociales… ¡eso no es cultura segura!, pero nos están metiendo a todos en el mismo saco. Los sectores más afectados siguen sin ser escuchados. Los sanitarios están cansados. No aguantan más. Y si se rinde la Sanidad, que es la primera fila, caemos todos. Pero en cambio vemos gente, a la que puedo llamar mi Patria, que reparte comida, que ayuda al que no tiene…

  • ¿Era necesario el aplauso de las ocho de la tarde, entonces?

¿Sabes uno de los motivos por los que yo salía a aplaudir a las ocho de la tarde? Quería darlo lo más fuerte posible para que llegase a Galicia, a Murcia, a Baleares… etcétera, a esos profesionales que no sé cómo siguen en pie. No sé cómo aguantan. Yo estaba en casa a gusto, con la nevera llena y mucho papel higiénico que era lo que había que comprar, ¿no?, y ellos estaban viendo escenas que les están dejando marcados para siempre. Mientras yo estaba confinado en mi sofá viendo series, mi mejor amiga veía muertos en los pasillos, dentro de la Tercera Guerra Mundial: gente que no pudo despedirse de sus familiares. Los sanitarios no quieren que les aplaudan, quieren hospitales listos para una posible pandemia, ¿quién nos iba a decir esto hace un año? Necesitamos grandes inversiones en ciencia y en Sanidad.

  • Vamos a hablar de tu disco, de lo que estás preparando. ¿Cómo lo llevas?

Necesito algo que me evada de esta realidad que tanto me defraudó. Este disco iba a sacarlo en las fechas del confinamiento. Me llegaron muchos mensajes, pero los que más emocionaron fueron aquellos que sólo decían: “Gracias, porque escuché tu disco durante los 55 minutos que dura y me he olvidado de todo, he viajado a otros lugares”. Mi manera de estar en Galicia durante el confinamiento era poner música de allí y compartirla con mis padres. Por eso digo que la cultura es más necesaria que nunca. Si a mí, en el confinamiento me dejas sin series, sin cine, sin música o literatura… yo pierdo el Norte siendo gallego.

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