A sus 88 años, Ed Bambas jamás había oído hablar de TikTok. No tiene un smartphone, ni aplicaciones, ni redes sociales. “Solo tengo un móvil de tapa para hablar con la gente”, ha explicado. Y, sin embargo, este cajero de un supermercado de Brighton, en el Estado de Michigan (Estados Unidos), se ha convertido en una de las historias virales más comentadas, después de que un vídeo suyo trabajando tras la caja superara los cuatro millones de visualizaciones.
Bambas, antiguo empleado de General Motors y veterano del ejército estadounidense, se vio obligado a volver al mercado laboral después de más de una década de retiro. Según relata en el vídeo, se jubiló en 1999, pero en 2012 la quiebra del fabricante automovilístico supuso la pérdida de su pensión y de la cobertura sanitaria asociada.
La situación se agravó cuando su esposa desde hacía 50 años y madre de sus dos hijos, enfermó gravemente. “Cuando nos quitaron la pensión, también nos quitaron el seguro médico”, explica. Para afrontar los gastos, vendió su casa y otras propiedades, pero lamentablemente, su mujer falleció hace siete años.
Desde entonces, Bambas vive solo y trabaja cinco días a la semana, ocho horas diarias, porque, como él mismo reconoce, “no tengo ingresos suficientes”. “Tengo la suerte de tener un cuerpo bastante robusto para poder estar de pie 8 horas u 8 horas y media al día”, contaba en una entrevista con la cadena local estadounidense WXYZ. A la pregunta de cuál es su sueño, responde: “Vivir más o menos la vida que esperaba tener”.
La iniciativa solidaria impulsada desde TikTok
La grabación que lo hizo famoso forma parte de un encuentro espontáneo con Samuel Weidenhofer, un influencer australiano que viajó a Michigan tras conocer su historia a través de otros usuarios. En el vídeo, Weidenhofer conversa con Bambas mientras este trabaja, le pregunta por su edad, su pasado laboral y su situación económica, y termina entregándole 400 dólares (340 euros aproximadamente) en efectivo a modo de propina. “Esto me ayudará muchísimo”, responde el anciano visiblemente emocionado antes de abrazarlo.
Pero el gesto fue solo el comienzo. Weidenhofer decidió lanzar una colecta por internet con el objetivo de ayudarle a retirarse definitivamente. “Quería simplemente darle la oportunidad de jubilarse, de tener al menos un poco de comodidad. Pensé que habría algo de apoyo, pero esto es algo nunca visto”, explicó. En pocos días, las donaciones comenzaron a llegar desde todo el mundo hasta superar el millón de dólares recaudados.
Bambas se mostró entonces abrumado por la repercusión. En ese momento aún no se había concretado la cantidad final que recibiría ni la fórmula para gestionar los fondos, aunque Weidenhofer avanzó su intención era abrir una cuenta bancaria que garantizara que el dinero esté protegido y pueda servirle para vivir con tranquilidad el resto de su vida.