La Navidad es época de reencuentros. Un momento donde los aeropuertos y estaciones de tren se llenan de personas rebosantes de emoción por volver a abrazar a sus familiares y amigos después de meses. Lugares que derrochan alegría e ilusión. Unos sentimientos que conocen bien Joana y Daniel, que pasan sus primeras Navidades juntos tras 48 años sin saber que son hermanos.
Joana tenía la sospecha que ese niño con el que jugaba hasta los 4 años, era en realidad su hermano. Y así empezó la búsqueda, hasta que encontró a ese chico, ya hombre, que creía que era su hermano (y así es) por Facebook. Ambos, aún conmocionados tras encontrarse, acudieron al programa de ‘Y Ahora Sonsoles’ para someterse a una prueba de ADN, que resultó no ser concluyente.
Se ha confirmado que son hermanos por parte de madre, según las partidas de nacimiento, pero desconocen si lo son también por parte de padre. Una situación que los dejó conmocionados, ya que no cuentan con mucha información y Daniel fue dado de adopción cuando era un niño. De hecho, desconocen si su padre biológico sigue vivo, solo que se encuentra en Brasil.
Ahora no se separan: “Ha habido cosas buenas y malas también, muchas discusiones pendientes”
Desde que se reencontraron, Joana y Daniel no se han separado. Hablan todos los días, se ven al menos una vez al mes e, incluso, han vivido juntos. “Hemos estado viviendo juntos, porque me he comprado una mobile home, en Arenys de Mar, y es rosa”, relata Joana al citado programa, asegurando que ya cuentan con recuerdos de “todo tipo”.
Por supuesto, también han tenido que entenderse, ya que eran dos desconocidos: “Ha habido cosas buenas y malas también, muchas discusiones pendientes”, contaban, aunque destacando que “malas ha habido pocas”. Tienen, claro, las “típicas peleillas de hermanos”: “Es un poco cabezón, y tiene un humor negro. Somos diferentes”, explica Joana.
Eso sí, afirman que no se han reprochado nada. Están más centrados en recuperar el tiempo perdido: “nos hemos perdido tantas cosas juntos, tantos nacimientos, de sus hijos, de mis hijas…”, cuenta Daniel.
Sobre cómo se lo ha tomado la familia respectiva de cada uno, Joana explica que “están encantados”. Y, así, han comenzado a vivir su primera Navidad juntos, una que “es muy especial”, siendo unas fiestas que, si ya son emotivas de por sí, en este caso lo son aún más.