Qué significa ser PAS: características para identificar si lo eres y consejos

Las Personas Altamente Sensibles, PAS, cuentan con una mayor sensibilidad emocional y una capacidad de procesamiento sensorial más intensa.

Qué es ser una persona PAS Canva
Esperanza Murcia

Las siglas ‘PAS’ responden a ‘Persona Altamente Sensible’ y es un término acuñado en 1996 por la psicóloga estadounidense Elaine Aron, que ha ganado una gran popularidad durante los últimos años. Cada vez son más las personas que se definen como PAS por tener una mayor sensibilidad emocional y una percepción más intensa de su entorno, lo que les puede llevar en ocasiones a sentirse abrumadas por determinados estímulos que para otros pueden resultar insignificantes y, por tanto, sentirse incomprendidas.

Según la Asociación de Profesionales de la Alta Sensibilidad (APAS), sobre el 20/30% de la población podría tener alta sensibilidad, identificados principalmente por tener una mayor sensibilidad emocional y una capacidad de procesamiento sensorial más intensa que la media. Hay que dejar claro que no se trata de personas “delicadas” en el sentido de debilidad, como precisa el Centro de Psicología Cecilia Cores, sino de poseer una mayor sensibilidad frente a estímulos como el ruido, la luz, los olores o las emociones de los demás.

Esta mayor conciencia del entorno y las emociones de los otros les da la capacidad de percibir matices imperceptibles para el resto, lo que tiene efectos tanto negativos como positivos: por un lado, detectan fácilmente sensaciones negativas, pero también son más empáticos y comprensivos. Unas cualidades, estas últimas, que hay que vigilar y saber llevar, para no preocuparse en exceso por los demás.

Características de las personas PAS

Ser PAS no supone ninguna enfermedad ni trastorno. Atendiendo a la Asociación de Profesionales de la Alta Sensibilidad y al Instituto PAS, estos son los rasgos comunes que comparten las personas con esta cualidad: 

  • Sensibilidad emocional: ser más propenso a sentirse abrumado o afectado por experiencias emocionales. Esto puede llevar a una “sobreestimulación” y puede provocar estrés o ansiedad.
  • Sensibilidad sensorial a través de los sentidos. Pueden darse cuenta de detalles que pasan despaercibidos por el resto.
  • Empatía.
  • Procesar la información y las experiencias de manera más profunda, tener una mayor comprensión del mundo, nuestras vivencias y el entorno que nos rodea. Un rasgo común es tender a dar vueltas a los mismos pensamientos.
  • Necesidad de estar solo y tener espacio personal para “recargarse”.
  • Sensación de sentirse en ocasiones incomprendidos.

Consejos para las personas PAS

El primer consejo es entender y aceptar la sensibilidad como una parte única de quiénes somos, como explican desde APAS. Al reconocerla y aceptarla, se puede ir al segundo paso: saber controlarla, lo que lleva a reducir el estrés y la ansiedad y a mejorar las relaciones con los demás. Algunas recomendaciones que ayudan a esto es practicar técnicas de meditación, respiración o yoga y buscar apoyo de un terapeuta.

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