Las tareas del hogar siempre se han invisibilizado. Como si no requiriesen esfuerzo y fueran una obligación, todavía hoy, en muchos casos de las mujeres. Son varios los perfiles en redes sociales que están abordando esta cuestión y Erica Avellaneda, ama de casa e influencer, es una de ellas.
En uno de sus vídeos de TikTok (@ericaavellanedaruiz) denuncia como, históricamente, se ha enseñado que son las mujeres las que tienen que llevar la casa para delante, viéndose como un “logro” que su pareja les ayude, cuando la carga debería ser compartida y consensuada. “Si tu pareja te ayuda en casa, malas noticias. No tienes pareja, tienes un hijo. Porque ayudar implica que la responsabilidad es solo tuya y que la otra persona está haciendo un favor por ti”.
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En este sentido, Avellaneda defiende que en una relación de pareja “no se reparten favores, se reparten responsabilidades”. Por ello, “si vive en la casa, come, ensucia, usa los platos, deja ropa tirada, ¿por qué debería ayudarte en lugar de hacerse cargo de lo que le toca? La casa no se mantiene sola y tampoco debería depender de ti que todo esté limpio y en orden”, manifiesta.
“Nos han hecho creer que las mujeres son las encargadas del hogar y que los hombres si ayudan merecen reconocimiento, pero no”
En su reflexión, esta ama de casa e influencer explica que el problema es que “nos han hecho creer que las mujeres son las encargadas del hogar y que los hombres si ayudan merecen reconocimiento, pero no”. Por esta razón, quiere recordar que “recoger, limpiar o cocinar no es algo extraordinario ni un gesto de buena voluntad”, sino que “es lo mínimo cuando compartes un espacio con alguien”.
Respecto esto último, recientemente, Helena Fernández, más conocida como ‘Mami de tres’, expuso una reflexión parecida, explicando que había vivido cómo se le flicitaba a un padre por atender a su hijo cuando, realmente, lo hizo porque se lo había pedido la madre porque ya no podía más, después de haber asumido durante buena parte de la cena todo el peso de los cuidados. “Todo lo que hace un padre lo aplauden y es maravilloso. Y las mujeres lo que ellos hacen lo tenemos que hacer por 10. Y si no lo hacemos, somos lo peor”, reivindicaba Fernández.
Volviendo a la convivencia, Avellaneda señala que “cuando las tareas se reparten de verdad, la convivencia se vuelve ligera, justa y menos agotadora”. Por ello, como consejo, lanza el siguiente mensaje: “deja de esperar que te ayuden y espera que se involucren, que asuman su parte, que entiendan que un hogar es de dos, porque no eres su madre y no deberías sentirte como si lo fueras”, concluye.