Siempre se ha dicho que una sonrisa es la mejor carta de presentación. Por ello, hay muchas personas interesadas en realizarse un blanqueamiento dental para lucir unos dientes blancos sin manchas. Las piezas dentales se pueden oscurecer por distintas razones: por consumir tabaco, predisposición genética, envejecimiento, enfermedades… Que hacen que los dientes se vean más oscuros o incluso amarillentos.
Si sufres de este problema, en la mayoría de ocasiones puramente estético, es posible que seas una de estas personas interesadas en un blanqueamiento dental. Como se ha dicho, el hecho de que los dientes no se vean blancos no significa que se tenga una mala higiene bucal o no se tenga una boca sana, pero sí que puede provocar cierta disconformidad con la apariencia física.
Si este malestar te lleva a contratar un blanqueamiento, lo más importante que tienes que tener en cuenta son los distintos tratamientos disponibles para blanquear los dientes. Aunque el objetivo sea el mismo, blanquear los dientes en uno o varios tonos y eliminar las posibles manchas que se tengan, los métodos son distintos. Dependiendo del que se escoja, el precio también será diferente.
Tipos de blanqueamientos dentales
Para conseguir unos dientes blancos y brillantes, y tener una sonrisa impecable, hay principalmente cuatro tratamientos disponibles. Estos son los siguientes:
- Blanqueamiento dental casero: se realiza con moldes y férulas, hechas a medida por un profesional y a las que se introduce un gel blanqueador. Estas se tiene que llevar durante un tiempo aproximado de entre 2 a 4 semanas, dependiendo del caso, y siempre bajo la supervisión de un odontólogo. Si bien no deteriora el esmalte, sí que puede provocar cierta sensibilidad.
- Blanqueamiento dental por fotoactivación o luces LED: se hace en la cínica aplicando un gel blanqueante en el esmalte, cuyos efectos se intensifican gracias a una lámpara de luz LED.
- Blanqueamiento dental mixto: se combinan los dos métodos anteriores. El tratamiento se inicia con la fotoactivación y después se complementa con el uso de férulas dentales. Se produce cuando los dientes están bastante oscurecidos.
- Blanqueamiento dental interno: está destinado a los pacientes que sufren este problema a causa de una endodoncia. Por ello, se aplica únicamente a las piezas dentales que se han visto afectadas, igualándolas al tono del resto de los dientes. El tratamiento se realiza desde el interior de las mismas, pero no necesita de anestesia.
A la hora de realizarse un blanqueamiento dental, se aconseja pasar primero por una visión general y una limpieza, lo que ayudara a que los dientes se vena más blancos. Asimismo, en caso de tener caries o algún problema dental, hay primero que solucionar estas dolencias antes de someterse a un tratamiento blanqueador.
¿Qué consecuencias tiene el blanqueamiento dental?
Según recoge la página web de Sanitas, los efectos secundarios de un blanqueamiento dental son temporales, por lo que debería de sentirse solo en los primeros días. Algunas de estas consecuencias son sensibilidad en los dientes, dolor en la garganta o encías sensibles, pudiendo aparecer algunas manchas blancas en las mismas. En caso de que estos síntomas durarán más de este plazo de tiempo, habría que acudir al médico.
¿Qué cuesta un blanqueamiento dental?
El precio de un blanqueamiento dental varía dependiendo de cada caso, por lo que es estrictamente necesario contar con supervisión médica. Dependiendo del origen que cause las manchas o el oscurecimiento de los dientes, se puede necesitar un tratamiento u otro, encontrando precios distintos para cada uno. La duración que se necesite para blanquear los dientes, que varía también según la persona, puede determinar a su vez que salga más caro o barato.
En este sentido, según recogen las páginas de Sanitas, la clínica del doctor Pablo Murillo y Adeslas, el rango de precios puede ir desde los 300 hasta los 550 euros, aproximadamente. Por lo general, el más barato suele ser el blanqueamiento “casero”, que se realiza mediante férulas (desde los 250 hasta los 330 euros). Entre medias estaría el tratamiento que se aplica directamente en la clínica mediante la fotoactivación o luces LED, siendo el más caro en el que se combinan ambos, ya sobre los 500 euros. No obstante, hay que tener en cuenta que estos precios son orientativos, imponiendo cada clínica los suyos propios, que pueden variar a su vez si se cuenta con algún seguro médico privado.
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