Continúan aumentando los efectos indirectos para los ciudadanos en este duodécimo día consecutivo de la huelga de transportistas, convocada el pasado lunes 14 de septiembre. Desde ese día, la escalada gradual del conflicto, a pesar de los ofrecimientos en forma de medidas del Gobierno, ha desatado consecuencias inimaginables inicialmente: sectores industriales y empresariales obligados a parar por la falta de suministros e imágenes de lineales de supermercados vacíos se han generalizado.
Así, no son pocos los que se preguntan qué productos faltan en Mercadona y si hay riesgo real de desabastecimiento. Se puede afirmar que faltan productos frescos, los que hay que reponer con más frecuencia y cuyo abastecimiento no es suficiente con la demanda del mercado. Especialmente variedades específicas de estos propias de regiones a considerable distancia.
Como consecuencia, hay carreras por llegar cuanto antes al súper y comprar carne, leche, pescado, frutas, verduras u hortalizas antes de que se acaben. Azúcar, pasta, cervezas, aceitunas o harina son los últimos en verse afectados. Por no hablar de la polémica con el aceite de girasol.
Una pandemia, una guerra en Europa y precios desorbitados de los carburantes están amenazando seriamente la cadena de suministro nacional, con el eslabón clave del sector transportes (que reivindicó su importancia en la pandemia) rompiendo el engranaje. Todo está conectado. Algunas cadenas de supermercados como Mercadona confirman faltas puntuales de productos y consecuentes subidas precio, pero no confirman un desabastecimiento grave.
Mercadona desmiente el bulo: no están especulando
Rompiendo su estrategia de comunicación, la cadena de supermercados presidida por Juan Roig se ha visto obligada a usar sus canales oficiales para desmentir una información viral que les acusaba de especular con el desabastecimiento de ciertos productos, reponiéndolos de manera dirigida, para tratar de aumentar sus beneficios encareciendo los precios.
“Tenemos de todo, pero los de arriba nos dicen que saquemos poco a poco el producto de almacén y sigamos dando imagen de escasez, para ir cada día subiendo gradualmente los precios y sacar más. Esto para aceite, leche, etc.”, afirmaba un tweet describiendo lo dicho por una supuesta trabajadora de Mercadona y que convirtió a la firma de supermercados valenciana en trending topic, menoscabando su reputación.
Mercadona no tardó en replicar: "La información de que estamos regulando la venta de bienes agroalimentarios, y que lo hacemos para subir precios, es completamente falsa. Hemos tomado medidas contra estas fuentes". Asimismo, se han encargado de remarcar que están "dando el mejor servicio", al tiempo que han instado a "no realizar acaparamiento innecesario de producto", como ocurrió con el papel higiénico en la pandemia o recientemente con el aceite de girasol o la leche.
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